martes, 28 de febrero de 2012

Lesiones Musculares (Deportivas)

Lesiones Musculares

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Lesiones Deportivas

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Este tipo de lesiones son en mayor medida las llamadas lesiones deportivas, siendo los atletas quienes las padecen constantemente, en todos los ámbitos del deporte, ya que estadísticamente ocupan el primer lugar como causa de enfermedad generada en estos profesionales, por los excesos de esfuerzo.

La variedad de estas lesiones deportivas es muy amplia, basándose en la estructura se pueden clasificar como lesiones musculares, ligamentosa, músculo articular, así como sus combinaciones como músculo-ligamentosa o ligamento-articular.

Entre las más comunes se destacan aquellas que padecen los miembros inferiores en relación a los superiores, también su clasificación se comprende por su orígen en el movimiento, como por elongación o acortamiento.

Por acortamiento:

§ Inflamación muscular de efecto retardado

§ Contracturas

§ Calambres

Por elongación:

§ Distensiones

§ Contusión

§ Desgarro fibrilar

§ Desgarro total

Los motivos o desencadenantes de las lesiones musculares, pueden ser de carácter interno (nutrición, equilibrio electrolítico, reservas de glucógeno, ausencia de calentamiento u estiramiento) y externo (cargas pesadas, movimientos repetitivos, golpes, lesión mal curada, posturas erróneas, etc).

Se caracterizan por ser una anomalía dolorosa que se produce a nivel muscular es llamada “lesión muscular”, siendo sus causas debidas por lo general a un exceso de esfuerzo o golpe externo.

Las lesiones es algo que está a la orden del día en todos los que llevamos a cabo una actividad deportiva prolongada. Normalmente suelen aparecer de forma muy tímida, por lo que es importante saber detectarlas a tiempo para poner remedio y evitar que vayan a más.

Ya sabemos la importancia de un buen calentamiento y un perfecto descanso para evitar las lesiones, aunque en ocasiones no prestamos demasiada atención a estas variables y dejamos de lado un correcto trabajo previo. En este momento es cuando corremos riesgo de lesionarnos. Es necesario que sepamos que existen dos tipos de lesiones, las que se van produciendo de forma progresiva, por acumulación, y las que tienen lugar al momento.

Normalmente las lesiones progresivas se producen por sobreentrenar un músculo, y suelen no ser demasiado molestas, sino que simplemente nos dejan un músculo sin sus cualidades al cien por cien. Este tipo de lesiones se cura con reposo, ya que lo que necesitamos es un descanso prolongado para evitar que ese malestar siga creciendo y desemboque en algo peor para nuestra salud muscular. Un claro ejemplo de esto es lo que se conoce como sobrecarga muscular, en la que el músculo se ha sometido a un gran esfuerzo. Se encuentra contraído y molesta cuando lo tocamos. En este caso simplemente nos servirá con descansar.

Otro tipo de lesión progresiva es lo que conocemos como contractura. Este malestar es un dolor más acentuado en el que el músculo se ve afectado. Normalmente se producen por una progresiva sobrecarga de la parte afectada a causa de adoptar malas posturas o excedernos con el peso. Es importante ponerle remedio a tiempo mediante masajes que acaben con este malestar, ya que podemos conseguir que las fibras musculares se endurezcan y nunca recobren su estado normal, lo que hace que la contractura y el malestar se vuelvan crónicos.

Por otro lado tenemos las lesiones directas, que tienen más gravedad. Se trata de daños que se producen directamente sobre el músculo. Uno de los más conocidos y habituales es el tirón muscular que va acompañado de dolor. En muchos casos produce un hematoma. Normalmente tiene lugar a causa de una mala ejecución de los ejercicios y para solucionarlo es necesario el reposo, ya que el músculo debe recuperarse.

Un estado más avanzado que el tirón es el desgarro muscular. Es un tipo de lesión más seria ya que conlleva consigo una rotura de las fibras musculares. Es una lesión muy dolorosa que nos acarreará la inmovilización total del músculo afectado mediante un vendaje y el reposo. Es una ruptura total de las fibras que suele desencadenar hematomas y fuertes dolores sobre la zona afectada., y que por ello necesita una curación adecuada.

La mayoría de las lesiones musculares son consecuencia de lesiones deportivas. Se estima que hasta un 30% de las lesiones en los atletas son musculares. Las más frecuentes son los esguinces y las contusiones. Pueden ser consecuencia de mecanismos directos, como en los casos de contusiones y laceraciones, o bien de mecanismos indirectos como en los casos de esguinces, distensiones y lesiones neurológicas o isquémicas. El diagnóstico es eminentemente clínico pero la RM y la ecografía nos pueden ayudar.

La terapia inicial será: reposo, crioterapia, compresión y elevación. Una vez evaluado el alcance de la lesión se realizará el tratamiento para cada uno de los tipos.

Clasificación de las Lesiones Musculares

Fisiopatología

La fisiopatología de la degeneración e inflamación tras una lesión muscular se inicia con la lesión de la membrana del miocito. Esto induce la necrosis de las miofibras. A continuación las interleucinas atraen a los monocitos y regulan el proceso inflamatorio. Los macrófagos se replican para desbridar el área vía fagocitosis. Seguidamente acontece la regeneración mediante factores de crecimiento y mioblastos. La regeneración muscular acontece en cuatro estadios: proliferación de mioblastos, formación de miotubos o sarcoblastos, formación de fibras musculares y reinervación de las fibras musculares regeneradas. En ocasiones aparecen cicatrices fibrosas como consecuencia de la sobreactivación de la matriz extracelular que contiene células fibroblásticas que producen diversos tipos de colágeno.

Las Laceraciones

Las laceraciones son resultado de lesiones penetrantes y son frecuentes en los pacientes politraumatizados. Curan rápidamente pero forman una gruesa cicatriz con poca elasticidad. En la ecografía en fase aguda puede observarse un hematoma con imagen hiperecogénica y en las fases más tardías una zona anecogénica por falta de continuidad del vientre muscular. En pacientes jóvenes deportistas o trabajadores de fuerza con afectación de músculos importantes pueden requerir sutura.

Contusión

Son consecuencia de traumatismos directos, por el choque de la masa muscular con una superficie dura y/o el hueso, produciéndose una hemorragia capilar. Los músculos más afectados son: vasto externo, recto anterior, cuádriceps, musculatura paravertebral y musculatura oblicua pélvica.

Estas lesiones se pueden clasificar en función de la anatomía y de la gravedad (tabla 1).

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Indirectas

Ocurren más frecuentemente en músculos biarticulares, sometidos a altas solicitaciones excéntricas durante el ejercicio, generalmente en la unión miotendinosa. Los músculos más frecuentemente afectados son: recto femoral, gemelo medial, isquiotibiales, y aductores. Menos frecuentemente se afectan los músculos de la pared abdominal, glúteos, pectoral, músculos del brazo y antebrazo.

Calambres

Son debidos a una contracción muscular involuntaria e intensa en varios grupos de fibras ya sea porque la actividad ha sido demasiado intensa o bien, se ha reiniciado la actividad tras un periodo de descanso. Suelen ser de duración corta y aparecen por fatiga muscular.

Distensiones

Son consecuencia de una fuerza intrínseca generada por una contracción repentina del músculo que suele ser excéntrica, cuando no existe una sincronía con los antagonistas. En muchas ocasiones estará relacionado con una falta de preparación y condicionamiento de los músculos, falta de potencia o bien fatiga muscular. Se caracterizan por la aparición de un dolor agudo y se dividen en tres grados (tabla 2).

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La mayoría de estas lesiones obtendrán buenos resultados con el tratamiento conservador. En los casos en los que la ruptura sea completa, en un músculo biarticular, con un déficit funcional, en un paciente activo será necesario el tratamiento quirúrgico.

Inicialmente el músculo debe estar en reposo aplicando especialmente la crioterapia. Posteriormente, se realizará una funcionalización progresiva a partir de los 2-5 días de la lesión para ayudar a la reorientación de las fibras musculares y del tejido conectivo de la cicatriz, la revascularización y la reinervación.

DOMS (Delayed Onset Muscle Soreness)

Aparece dolor muscular durante horas o días después de un ejercicio extenuante o no habitual. Dura entre 3 y 5 días y es autolimitado. En las pruebas de imagen no se observan anomalías, pero en ocasiones, tanto en la ecografía como en la RMN puede haber un aumento de volumen del músculo asociado a edema. En la analítica se podría detectar un aumento de la actina y miosina.

Síndrome Compartimental

Puede ser agudo, en los casos postraumáticos asociado fundamentalmente a mecanismos de alta energía, o crónico, asociándose a la actividad deportiva. Esta patología se reserva para otra sección del libro.

Diagnóstico

La localización del dolor y el mecanismo de producción son los factores a tener en cuenta en estas lesiones. La exploración clínica es fundamental. La inspección la realizaremos en reposo en prono y en supino y también durante la marcha. En la palpación buscaremos tumoraciones y soluciones de continuidad. Se valorará asimismo la movilidad activa y pasiva, la flexibilidad, la fuerza activa y contraresistida. Se preguntará sobre la limitación para las actividades de la vida diaria así como deportivas. La radiología simple y la TC tienen un papel limitado pero pueden ser útiles para descartar una miositis osificante o un arrancamiento. La RMN es diagnóstica en los casos en los que la ecografía no puede evaluar la lesión por su localización en profundidad o por las características del tejido. Es muy sensible en las lesiones musculares en las que hay un aumento de líquido. Esta prueba se reserva para aquellos casos en los que existe una discrepancia entre los hallazgos clínicos y ecográficos. La ecografía es el examen de elección para valorar la amplia gama de lesiones musculares. Es una exploración dinámica, de fácil acceso y bajo coste. Permite además actitudes terapéuticas guiadas.

Tratamiento General de las Lesiones Musculares

La mayoría de las lesiones suelen evolucionar de forma natural hacia la curación. En los calambres y DOMS después del tratamiento inicial con reposo relativo, la aplicación de calor y masaje suave; se puede reiniciar la actividad sin mayores complicaciones. En ocasiones pueden estar indicados los relajantes musculares. En las contusiones y distensiones el objetivo del tratamiento es:

• Reducir el hematoma al máximo para conseguir una cicatriz lo más pequeña posible y disminuir la alteración funcional del músculo.

• Recuperar las propiedades elásticas y contráctiles del músculo.


El tratamiento se divide en tres fases:

Fase 1. El objetivo es reducir el hematoma. El tamaño de éste se relaciona directamente con el tamaño de la cicatriz y el tiempo de regeneración muscular. La lesión tiene mejor pronóstico si el hematoma es intermuscular. Suele durar entre 48 y 72 horas. Se recomienda reposo de la zona afectada, crioterapia y administración de antiinflamatorios no esteroideos (AINE). La crioterapia precoz se relaciona con una disminución del tamaño del hematoma y acelera la regeneración. La colocación de un vendaje compresivo reducirá también el tamaño del hematoma. Deben evitarse los masajes.

Fase 2. Es la fase de cicatrización. El objetivo es que la cicatriz sea lo menor y más funcional posible. Aplicaremos calor y se empezarán a realizar contracciones musculares progresivas siempre que no produzcan dolor. El uso de bastones para descarga parcial estará indicado en los casos de lesiones severas. La fisioterapia permite acortar el tiempo de evolución. Las contracciones isométricas, concéntricas y excéntricas y los estiramientos se irán introduciendo según la tolerancia.

Fase 3. Reanudación progresiva de la actividad deportiva. Deben evitarse nuevas lesiones realizando estiramientos, potenciación y trabajo excéntrico de la musculatura afectada antes y después de la actividad.

Las líneas de investigación actuales trabajan sobre el efecto del plasma rico en plaquetas y las células pluripotenciales. Existen algunos estudios con utilización de factores de crecimiento. Se ha demostrado su efecto en la curación de las lesiones musculares tanto in vitro como in vivo pero la limitación principal es la falta de estudios con muestras amplias. Otra terapia que ha dado buenos resultados en animales ha sido el uso de oxígeno hiperbárico que acelera la cicatrización muscular.

La mayoría de estas lesiones se resuelven con el tratamiento conservador. La cirugía se reservará para aquellos casos con hematomas intramusculares extensos y para las distensiones grado III (tabla 3).

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Complicaciones

Cicatriz fibrosa. Resultado de un desequilibrio en el proceso de reparación. Se valorará por RMN y ecografía. Se altera la contractilidad y elasticidad del músculo, disminuye la fuerza y predispone a sufrir nuevas lesiones.

Miositis osificante. Las contusiones musculares con hematoma intramuscular pueden calcificar y osificar. Es frecuente en deportes de contacto. Durante las tres primeras semanas se comporta como una masa que desestructura el patrón muscular. Después aparecen calcificaciones de fuera hacia dentro llegando a madurar a los 5-6 meses. El diagnóstico se realiza por TC y radiografía. La gammagrafía con Tecnecio 99 informará de la actividad osteogénica de la masa y por lo tanto de su pronóstico. El tratamiento será reposo deportivo, indometacina e incluso radioterapia. Cuando la lesión en la gammagrafía no esté activa se puede indicar la cirugía.

Rerupturas. Son la presentación de un nuevo episodio de distensión en un músculo afectado previamente. Se relacionan con la gravedad de la distensión anterior y la precocidad del retorno a la actividad. Hasta un 30% de los deportistas que se rompen los isquiotibiales presentan esta complicación durante la misma temporada deportiva.

Tipos de lesiones musculares

En la práctica de cualquier actividad física y especialmente en el deporte son muy frecuentes las lesiones musculares.

El músculo está compuesto por un conjunto de fibras musculares que están rodeadas por una pequeña capa de tejido (tejido conjuntivo), a su vez se unen al hueso por los tendones. Cuando existe una lesión puede afectar a las fibras musculares y/o también a los tendones (o a su inserción con el hueso).

Las causas más frecuentes incluyen mala técnica deportiva y desconocimiento de la misma, deshidratación, sobreesfuerzo excesivo, desequilibrio muscular.

Sobre todo son más frecuentes en los miembros inferiores.

Las lesiones musculares pueden ser por causas externas (golpes), o de causas internas. Estas últimas se pueden dividir en: distensiones, calambres, contracturas y desgarros.

Contusión

Lesión debida a un traumatismo directo (choque o impacto) sobre el músculo. Generalmente es una lesión leve y de recuperación en unos días que se manifiesta por dolor, la aparición de un hematoma. El tratamiento se basa en reposo, frío local, vendaje compresivo y elevación del miembro afectado. No se deben realizar masajes ni aplicar calor sobre la zona.

Sobrecarga muscular

Es una de los problemas más frecuentes. Se produce debido a un sobreesfuerzo de las fibras musculares. También suele ser una lesión leve que mejora con el reposo. También se puede aplicar frío local. Suelen aparecer molestias al comenzar el ejercicio que persisten al dejar de realizarlo.

Calambre muscular

Se produce una contracción intensa y mantenida de la musculatura. Una de las causas más frecuentes es la realización de un calentamiento insuficiente o inadecuado antes de hacer el ejercicio. El mejor tratamiento es la prevención realizando un calentamiento adecuado previo al ejercicio y mantener una buena hidratación.

Contractura muscular

Son manifestaciones que se observan en los músculos que han actuado con cierta sobrecarga. Sus fibras están sanas, pero palpando se encuentra una mayor dureza (nódulos). Se produce una contracción del músculo de forma duradera. Provoca dolor especialmente cuando se intenta movilizar el músculo afectado (estiramiento). Suele ser un problema transitorio y mejora con reposo, masaje, calor y estiramientos adecuados.

Las contracturas se producen por la acumulación de ácido láctico debido a la falta de metabolización adecuada. A medida que se entrena, el dolor cede por la entrada en calor del músculo, pero reaparece al terminar cuando los músculos vuelven a estar fríos. Esto se previene con una buena entrada en calor y en el momento justo.

En general una contractura es la continuación de una distensión muscular, esta una contracción fuerte e involuntaria de un grupo muscular. No confundir con calambre. La contractura es una protección natural contra los desgarros.

Distensión

Está como tal no es una lesión muscular. Se produce por un estiramiento excesivo, que excede las posibilidades del músculo de responder adecuadamente. El músculo se estira en exceso para luego contraerse bruscamente como protección a un posible desgarro. Se produce un desgarro parcial de algunas de las miofibrillas acompañado de una leve inflamación. Se caracteriza por la aparición de un dolor súbito e intenso. El tratamiento incluye aplicación de hielo local, compresión, elevación de la extremidad y pueden ser útiles la electroterapia (TENS). Se puede volver a movilizar la extremidad cuando cede el dolor intenso.

Las causas se deben a ejercicios o movimientos bruscos, mala técnica o pose
y ejercicios intensos sin preparación previa.
El deportista no percibe un dolor que le impida seguir practicando. Éste aparece cuando el músculo deja de trabajar, cuando se enfría. El dolor es agudo.

El dolor tarda en irse generalmente entre 72hrs.
Para recuperarse, se utiliza en primer momento hielo. Los días siguientes movilizaciones suaves y estiramientos a la zona afectada, hasta que el dolor se lo impida. No dejes nunca de entrenar por una distensión. Trabaja normalmente y calienta bien, si la zona afectada es el músculo a trabajar, realiza tu entrenamiento suave. Esto irrigará la zona acelerando la recuperación.


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Desgarro muscular

Consisten en la ruptura parcial o total de la masa de un músculo. Existen 3 tipos de lesiones:


a) Fibrilares
b) Fasciculares
c) Totales


Las causas del desgarro pueden ser una inadecuada entrada en calor, esfuerzo en músculos contracturados o distensiones, desbalances entre músculos contrarios (ej: cuadricep-femoral).

a) Fibrilares Durante el entrenamiento, se acusa un dolor agudo, aunque éste le permite continuar la actividad. Cuando se toca la región afectada denota dolor, ligera equimosis y al elongar duele.
El tratamiento inmediato es la aplicación de hielo. Se puede seguir en actividad moderada. No hay que utilizar el vendaje, pues comprime y acostumbra al músculo a algo externo. Tras una semana, realizar elongaciones suaves para estirar el tejido cicatrizal.

b) Fasciculares Es el desgarro más común. Durante la actividad el pesista siente como un piedrazo. El dolor es muy intenso, lo paraliza, hay equimosis y hematomas. Requiere como tratamiento reposo absoluto por 3 semanas.

c) Totales Es cuando el cuerpo muscular se ha desgarrado en su totalidad. El tratamiento inmediato es quirúrgico, es decir se necesita operar.




Todas estas lesiones pueden ser evitadas con ciertos puntos a seguir:


-Calentamiento Previo
-Una preparación física de acuerdo al ejercicio del individuo
-Desarrollar una buena técnica de ejecución
-Evitar movimientos bruscos

Se produce un desgarro afectando a un número mayor de fibras muscular. Se acompaña de una mayor reacción inflamatoria. Se nota un chasquido acompañado de dolor intenso e imposibilidad de movilizar o apoyar la extremidad. El tratamiento es similar a la distensión muscular, con realización de reposo relativo.

Rotura muscular

Ésta puede ser parcial (desgarro importante) o total (la rotura afecta a todo el grosor del músculo). La clínica es más intensa que en los desgarros con dolor que no cede con el reposo, inflamación, aparición de hematoma e impotencia funcional. Si la rotura es total se puede ver la depresión de la zona afectada provocado por la rotura y retracción del vientre muscular. El tratamiento requiere reposo absoluto y prolongado, hielo, electro terapia. En algunos casos se puede requerir cirugía con sutura, en función del músculo afectado. La rehabilitación es importante para recuperar la funcionalidad del músculo en la medida de los posible y permitir reanudar la actividad física.

Calambres

Un calambre muscular, es la contracción súbita, breve y dolorosa de un grupo muscular. Se deben a trastornos circulatorios o por depresión de sodio, potasio y magnesio. Es muy difícil que se manifiesten al comienzo de la actividad. Generalmente surgen al final, debido a la pérdida de minerales durante el esfuerzo del entrenamiento. Generalmente aparecen en gemelos o antebrazos, y también en músculos no acostumbrados a los estímulos.


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El mejor tratamiento para prevenir los calambres, es una dieta en la que no falten azúcares ni sales (no abusar pues retiene líquido). También es preciso beber agua en cantidad durante el entreno (no mucha cantidad de golpe, sino a sorbos a cada rato aunque no se tenga sed). Pues debido a la pérdida de líquido, es por donde se pierde sodio.

Si los calambres aparecen en la actividad, la mejor forma de aflojarse es llevando el músculo a la máxima contracción y luego al máximo alargamiento.

Esguince

Los esguinces (torceduras) son lesiones que se producen cuando existe un movimiento forzado de la articulación, más allá de sus límites normales, van desde la distención hasta ruptura de un ligamento. Los esguinces se dividen según la intensidad de la lesión en:

Grado 1.- Elongación (las fibras solamente se estiran)

Grado 2.- Ruptura parcial (algunas fibras de los ligamentos se rompen)

Grado 3.- Ruptura total (todas las fibras se afectan)

Sus manifestaciones son: dolor, inflamación e incapacidad funcional que van desde ligera a importante de acuerdo a la lesión. Cuando existe ruptura ligamentaria puede presentarse equimosis leve a severa. En los esguinces grado 2 y 3 hay que tomar en consideración la posibilidad de fractura ósea, por lo cual es necesario corroborar con estudios radiológicos.

Luxación

Una articulación está luxada cuando existe la pérdida de la relación normal de las caras articulares, es decir, existe desplazamiento de los huesos fuera de la articulación. Las manifestaciones clínicas son: dolor, incapacidad funcional,deformación y posición anormal de la extremidad afectada. La pérdida de contacto de las caras articulares es sólo posible a consecuencia de lesiones importantes de las zonas blandas periarticulares, así como de los mismos componentes de la articulación: sinovial, superficies cartilaginosas, cápsula, ligamentos, tendones, músculos, nervios,vasos, que pueden estar comprimidos, pellizcados, desgarrados o arrancados.

El tratamiento debe iniciarse tan pronto sea posible, con el fin de evitar que se agrave. El método HICER como tratamiento primario es importante. Existen casos en donde es necesario el traslado a un hospital para valoración radiológica para descartar fractura y realizar la reducción, evitando de esta manera complicaciones neurovasculares por una mal reducción realizada en campo.

Fractura

Es la pérdida de la continuidad ósea, y se distinguen dos tipos principales de fracturas:

1. Fractura cerrada, es aquella en la cual la piel permanece intacta, si este tipo de fractura se maneja de forma inadecuada, puede agravarse peligrosamente transformándose en abierta o complicada.

2. Fractura abierta, en esta lesión una herida en la piel pone en comunicación el foco de la fractura con el exterior. Este tipo de fractura es grave por el riesgo de infección, exigiendo cuidados especiales.

3. Se habla de una fractura complicada cuando los fragmentos cortantes del hueso roto han dañado algún órgano (vasos sanguíneos, nervios, pulmones, médula espinal). Esta clase de fractura puede darse tanto en uno como en otro de los dos casos citados.

Las manifestaciones son: incapacidad funcional, dolor repentino violento, fijo, localizado, edema, puede existir o no deformación de la zona lesionada, y crepitación, en este punto es importante considerar la existencia de una luxación si la lesión se encuentra en una articulación.

En presencia de una lesión sospechosa de fractura, se debe actuar como si realmente existiera.

El tratamiento es con inmovilización inmediata, férulas, tablas o cabestrillos, o situación necesaria con el mismo cuerpo del paciente. En caso de presentar herida y/o hemorragia cubrir y contener el sangrado. Traslado al hospital más cercano. Importante: no se debe realizar la movilización o traslado del paciente sin haber inmovilizado la fractura.

¿Qué son las lesiones deportivas?

“Las lesiones deportivas” son lesiones que ocurren durante la práctica de un deporte o durante el ejercicio físico. Algunas ocurren accidentalmente. Otras pueden ser el resultado de malas prácticas de entrenamiento o del uso inadecuado del equipo de entrenamiento. Algunas personas se lastiman cuando no están en buena condición física. En ciertos casos, las lesiones se deben a la falta o escasez de ejercicios de calentamiento o estiramiento antes de jugar o hacer ejercicio. Las lesiones deportivas más comunes son:

  • Esguinces o torceduras de ligamentos y desgarros de músculos y tendones
  • Lesiones en la rodilla
  • Hinchazón muscular
  • Lesiones en el tendón de Aquiles
  • Dolor a lo largo del hueso de la canilla (tibia)
  • Fracturas
  • Dislocaciones.

¿Cuál es la diferencia entre lesiones agudas y lesiones crónicas?

Existen dos tipos de lesiones deportivas: agudas y crónicas. Las lesiones agudas ocurren repentinamente mientras se está jugando o haciendo ejercicio. Las lesiones agudas más frecuentes incluyen esguinces de tobillo, distensiones en la espalda y fracturas en las manos. Los síntomas de una lesión aguda incluyen:

  • Un dolor grave repentino
  • Hinchazón
  • No poder apoyarse en una pierna, rodilla, tobillo o pié
  • Un brazo, codo, muñeca, mano o dedo que está muy adolorido
  • Dificultades en el movimiento normal de una articulación
  • Extrema debilidad en una pierna o un brazo
  • Un hueso o una articulación que están visiblemente fuera de su sitio.

Las lesiones crónicas ocurren después de practicar un deporte o hacer ejercicio por un largo tiempo. Los síntomas de una lesión crónica incluyen:

  • Dolor mientras está jugando
  • Dolor mientras está haciendo ejercicio
  • Dolor leve incluso en reposo
  • Hinchazón.

¿Qué debo hacer si me lesiono?

Nunca trate de “aguantar” el dolor de una lesión deportiva. Deje de jugar o hacer ejercicio cuando sienta dolor. El continuar sólo puede empeorar la lesión. Algunas lesiones deben ser inmediatamente examinadas por el médico. Otras las puede tratar usted mismo.

Llame a un médico cuando:

  • La lesión causa dolor severo, hinchazón o adormecimiento
  • Usted no puede sostener ningún peso en el área lesionada
  • Una lesión previa le duele
  • Una lesión previa se hincha
  • La articulación no se nota normal o se nota inestable.

Si usted no tiene ninguno de estos síntomas, puede tratar la lesión en su casa sin peligro. Si el dolor u otros síntomas empeoran, debe llamar a un médico. Use el método HICER (Hielo, Compresión, Elevación y Reposo) para aliviar el dolor, reducir la hinchazón y acelerar la recuperación. Siga estos cuatro pasos tan pronto ocurra la lesión y continúe haciéndolo al menos por 48 horas.

  • Hielo. Ponga una compresa de hielo en el área lesionada por 20 minutos, de cuatro a ocho veces al día. Para esto, puede usar una compresa fría o una bolsa de hielo. También, puede usar una bolsa plástica llena de hielo molido y envuelta en una toalla. Quítese el hielo después de 20 minutos para evitar una quemadura de frío.
  • Compresión. Distribuya igual presión (compresión) sobre el área lesionada para ayudar a reducir la hinchazón. Puede usar un vendaje elástico, una bota especial, un yeso o un entablillado. Pregúntele a su médico cuál de éstos es mejor para su lesión.
  • Elevación. Para ayudar a reducir la hinchazón, ponga el área lesionada sobre una almohada, y asegúrese de que quede a un nivel más alto que su corazón.
  • Reposo. Reduzca sus actividades regulares. Si se ha lesionado el pié, el tobillo o la rodilla, no se apoye en esa pierna. Ayúdese con una muleta. Si el pié o tobillo derecho está lesionado, use la muleta en el lado izquierdo. Si el pié o tobillo izquierdo es el que está lesionado, entonces use la muleta en el lado derecho.

¿Cuál es el tratamiento para las lesiones deportivas?

A menudo, el tratamiento empieza con el método HICER. He aquí algunas otras cosas que su médico podría recomendar para el tratamiento de la lesión.

Agentes antiinflamatorios no esteroideos (AINE)

Su médico le sugerirá que tome uno de los agentes antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como es la aspirina, el ibuprofeno, ketoprofeno o naproxeno. Estos medicamentos reducen la hinchazón y el dolor, y puede comprarlos en la farmacia. Otro medicamento común es el acetaminofeno. Este puede aliviar el dolor, pero no reducirá la hinchazón.

Inmovilización

La inmovilización es un tratamiento común para las lesiones deportivas. Esta ayuda a mantener el área lesionada sin movimiento y previene mayor daño. Para inmovilizar las lesiones deportivas se usan cabestrillos, entablillados, yesos e inmovilizadores de piernas.

Cirugía

En algunos casos, la cirugía es necesaria para corregir las lesiones deportivas. La cirugía puede corregir tendones y ligamentos desgarrados o colocar los huesos quebrados en posición correcta. La mayoría de las lesiones no necesitan cirugía.

Rehabilitación (Ejercicio)

La rehabilitación es una parte importante del tratamiento. Esta incluye ejercicios que paso a paso ayudan al área lesionada a volver a la normalidad. Ciertos movimientos del área lesionada ayudan a mejorarla. La rehabilitación deberá comenzar lo antes posible. Los ejercicios empiezan con una serie de delicados movimientos del área lesionada. La siguiente etapa corresponde al estiramiento. Después de un tiempo, se pueden añadir pesas para fortalecer el área lesionada.

Mientras la lesión se cura, se va formando una cicatriz en el tejido. Con el tiempo, la cicatriz se encoge. Al encogerse se contrae el tejido lesionado. Cuando esto ocurre, el área lesionada se vuelve dura o rígida. Este es el momento en el que usted corre un mayor riesgo de lesionarse nuevamente en la misma área. Debe practicar estiramientos musculares todos los días y también como parte del calentamiento antes de jugar o hacer ejercicio.

No practique deportes hasta que esté seguro de poder estirar el área lesionada sin que haya dolor, hinchazón o rigidez. Cuando vuelva a jugar, comience lentamente. Aumente la actividad poco a poco hasta llegar a su condición normal.

Reposo

Aunque es bueno empezar a mover el área lesionada lo antes posible, también se debe reposar después de una lesión. Todas las lesiones necesitan tiempo para sanar; el descanso apropiado ayuda este proceso. Su médico puede guiarlo para encontrar el equilibrio apropiado entre el descanso y la rehabilitación.

Otras terapias

Otras terapias comunes que ayudan con el proceso de sanar las lesiones deportivas incluyen el uso de: leves corrientes de electricidad (electroestimulación), compresas frías (crioterapia), compresas de calor (termoterapia), ondas sonoras (ultrasonido) y masaje.

¿Cómo se pueden prevenir las lesiones deportivas?

Los siguientes consejos pueden ayudarle a evitar las lesiones deportivas:

  • Cuando se agache, no doble las rodillas más allá del punto medio
  • No tuerza las rodillas al estirarse. Mantenga los pies planos en la superficie lo más que pueda
  • Cuando brinque, doble las rodillas al aterrizar
  • Los ejercicios de calentamiento son imprescindibles antes de practicar cualquier deporte
  • Haga ejercicios de estiramiento antes de practicar deportes o hacer ejercicio
  • No se esfuerce demasiado
  • Haga ejercicios de enfriamiento después de practicar deportes o hacer ejercicio
  • Use calzado de talla apropiada, que provea estabilidad y que absorba el impacto
  • Use superficies que sean lo más blandas posibles para hacer ejercicio; no corra en el asfalto o el cemento
  • Corra en superficies planas.

Para adultos:

  • No sea un “guerrero de fin de semana”. No trate de hacer en uno o dos días la actividad física que corresponde a una semana
  • Aprenda correctamente el deporte que practica. Esto le ayudará a reducir el riesgo de lesiones por “uso excesivo”
  • Use equipo protector
  • Conozca los límites de su cuerpo
  • Aumente el nivel de ejercicio gradualmente
  • Esfuércese por hacer ejercicios para todo el cuerpo, incluyendo ejercicios cardiovasculares, de fortalecimiento y de flexibilidad.

Para padres y entrenadores:

  • Agrupe a los niños según el nivel de sus habilidades y el tamaño del cuerpo, no por la edad, especialmente cuando se trata de deportes de contacto
  • Paree al niño con el deporte. No obligue al niño a jugar un deporte que no le gusta o que no esté capacitado para hacer
  • Busque programas deportivos que tengan entrenadores atléticos certificados
  • Asegúrese de que todos los niños reciban un examen físico antes de jugar
  • No permita jugar a un niño lesionado
  • Lleve al niño a ver a un médico, si es necesario
  • Provea un ambiente seguro para practicar deportes.

Para niños:

  • Desarrolle una buena condición física para poder practicar deportes
  • Vaya al médico para un examen físico antes de empezar a practicar deportes
  • Siga las reglas del juego
  • Use equipo protector, de talla apropiada y que sea adecuado para el deporte
  • Aprenda a usar el equipo atlético
  • No juegue cuando esté muy cansado o con dolor
  • Haga siempre ejercicios de calentamiento antes de jugar
  • Haga siempre ejercicios de enfriamiento después de jugar.

¿Qué investigaciones se están haciendo acerca de los tratamientos para las lesiones deportivas?

Hoy en día, el tratamiento para una lesión deportiva es mucho mejor que en el pasado. La mayoría de las personas que se lesionan logran practicar deportes y hacer ejercicio nuevamente. Los médicos tienen nuevos tratamientos para las lesiones deportivas. Algunos de estos incluyen:

  • Artroscopia (se insertan fibras ópticas a través de una pequeña incisión para ver adentro de las articulaciones)
  • Bioingeniería del tejido (se usan los propios tejidos o células de la persona para ayudar a sanar las lesiones)
  • Alivio directo del dolor (parches con medicamento para reducir el dolor que se aplican directamente sobre el área lesionada)
  • Técnicas avanzadas de imagen (como rayos x) que conllevan a un mejor diagnóstico y tratamiento.

Lesiones deportivas más comunes y su frecuencia

Deporte

Lesiones más frecuentes

Corredores

 Periostitis tibial, fractura tibial por tensión

 Fracturas por tensión de los metatarsianos

Fútbol/Rugby

 Desgarros del ligamento cruzado anterior y del ligamento lateral interno (rodilla)

 Luxación/separación del hombro

 Esguince de tobillo

Lucha libre/Judo/Karate

 Luxación del hombro

 Desgarros del ligamento lateral interno y externo (Rodilla)

Gimnasia

 Espondilólisis/espondilolistesis

 Esguinces de tobillo

Esquí alpino

 Desgarros del ligamento cruzado anterior y del ligamento lateral interno (rodilla)

 Luxación/separación del hombro

 "Pulgar del esquiador"

Esquí de fondo

 Esguinces de tobillo

 Epicondilitis lateral

Baloncesto

 Esguinces de tobillo

 Luxación/separación del hombro

Tenis/Paddle / Frontón

 Epicondilitis lateral y medial

Béisbol

 Epicondilitis lateral

 Desgarro del manguito de los rotadores

LESIONES MÁS FRECUENTES EN VOLEIBOL Y SU TRATAMIENTO

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Lesiones de Tobillo

Esguinces de tobillo son comunes en este deporte. La causa más común es la caída del salto sobre el pie de otro jugador generando una flexión con inversión forzada del pie. Esto genera ruptura de los ligamentos talo y calcáneo fibular. Se recuerda que se presenta equimosis y edema; se debe examinar al jugador para determinar la estabilidad del tobillo y determinar la conducta a seguir. El deportista presenta tumefacción e hipersensibilidad por delante y por debajo del maléolo externo. Se trata en lo posible, a los atletas, evitar la inmovilización con yeso porque la atrofia muscular entorpece su resultado en la actividad física.

Se debe solicitar radiografía para descartar luxaciones o fracturas. El tratamiento incluye hielo, vendaje compresivo, elevación del miembro, antiinflamatorios en las primeras 24-48 horas. Se incluyen ejercicios fortalecimiento, hidroterapia, bicicleta y natación. Ejercicios que recuperen la propiocepción son muy indicados. La incapacidad no debe superar las 2 semanas.

En casos de ruptura se debe llevar a cirugía. Cuando el mecanismo lesional es la eversión del pie (forzar gesto como si quisiéramos vernos la planta del pie), pueden generar un desgarro del ligamento deltoideo que se encuentra en la parte interna del pie, siendo los principales signos el dolor con la palpación y tumefacción por debajo del maléolo interno.

Lesiones de Rodilla

La más frecuente es la tendinitis rotuliana que está producida por sobrecarga, debido al gran número de saltos que debe realizar un jugador de voleibol en los partidos y entrenamientos. Esta lesión es conocida comúnmente como la “rodilla del saltador”.

La prevalencia en jugadores de voleibol es de alrededor del 40% y la afección es también frecuente en jugadores de baloncesto y futbolistas de primer nivel. El dolor suele localizarse en la parte inferior de la rótula. En algunos el dolor comienza después de un salto, una elevación o un aterrizaje; en otros después de una sesión de entrenamiento o de juego intenso.

Clasificación según los síntomas

FASE I: Dolor solo al jugar

FASE II: Dolor al inicio de la actividad, desaparece al calentar y reaparece al terminar el juego.

FASE III: Dolor continuo limitando la actividad de juego

FASE IV: Ruptura del tendón

En la gran parte de los casos el tratamiento es conservador, siendo necesario, únicamente, la aplicación de hielo, medicación antiinflamatoria y variar el entrenamiento (disminuir la cantidad de saltos).Se requiere asimismo un entrenamiento excéntrico de la fuerza durante un mínimo de doce semanas (es decir, fortalecer el cuadriceps). Si tras seis meses de entrenamiento excéntrico adecuados el deportista no mejora, debe someterse a la resección quirúrgica del área lesionada.

Otro factor que favorece la aparición de la tendinitis rotuliana es el cambio de superficie de juego, estando demostrado que cuanto más duro sea el suelo más riesgo de lesión.

A nivel de ligamentos el voleibol no presenta grandes riesgos de lesión, pero de presentarse los más frecuentes son los producidos en la zona de ataque, zona de máximo riesgo, siendo el ligamento cruzado anterior el más afectado (aunque también pueden resultar dañados los ligamentos laterales y el cruzado posterior).

Los meniscos medial y lateral también pueden verse afectados. El menisco es la estructura de la rodilla que absorbe las tensiones. Su lesión puede producirse de forma aislada o asociada a la lesión de un ligamento. Las lesiones del menisco lateral aumentan el riesgo de instabilidad de rodilla en un futuro y de desgaste y desgarro con el paso del tiempo. La reparación artroscópica de un desgarro de menisco debe realizarse en las dos primeras semanas tras la lesión y el pronóstico suele ser bueno. Los desgarros pequeños que no atraviesan el menisco pueden cicatrizar sin cirugía.

De forma genérica, las lesiones de rodilla requieren una adecuada evaluación y definir una conducta temprana. Si hay poca inestabilidad se recomienda Esto requiere una adecuada evaluación y definir una conducta temprana. Si hay poca inestabilidad se plante un tratamiento conservador con reposo, hielo, vendaje elástico y rehabilitación temprana.

En casos de cronicidad o de lesiones severas lo más indicado es la cirugía artroscópica, lo cual permite recuperar a un jugador en poco tiempo.

Lesiones del Hombro

Las lesiones del hombro vienen dadas por el “atrapamiento de la cabeza humeral contra el acromion”, lo que produce:

• La compresión momentánea de los tendones del supraespinoso, infraespinoso y porción larga del bíceps.

• Tendinitis de los tendones del supraespinoso, infraespinoso y porción larga del bíceps.

• Rotura del manguito de los rotadores (adultos más de 40 años).

• Luxaciones recidivantes del hombro.

• Neuropatía supraescapular, que se caracteriza por una disminución de la contracción del músculo infraespinoso, disminuyendo la fuerza en un 30% y la rotación externa en un 22%, refiriendo poco dolor.

La lesión más habitual en el hombro, al igual que en la rodilla, es la producida por sobrecarga, dando lugar a la tendinitis del manguito de los rotadores y de la inserción de la cabeza larga del bíceps. Esta lesión es muy frecuente tras la realización durante muchas veces del gesto de remate o saque, en el que se realiza una abducción y rotación externa del hombro seguida por una extensión brusca y posterior rotación interna para que la mano contacte con el balón (la mejor forma de prevenir esta lesión es mediante la realización de ejercicios para fortalecer el manguito de los rotadores, mediante elásticos o resistencias muy bajas).

Esto genera dolor de leve a moderado así mismo como la incapacidad. Se requiere un adecuado control y determinar la causa del dolor. El tratamiento es el convencional:

Hielo, AINES, reposo y fortalecimiento. Casos específicos requieren una rehabilitación física especial para no perder la potencia en el ataque o el servicio.

Si hay luxación recidivante es necesaria la corrección quirúrgica. Esto ocurre cuando hay una inestabilidad multidireccional producto de un proceso prolongado con lesiones menores repetidas que distienden de forma progresiva la cápsula articular y los ligamentos asociados. Un factor predisponente es la laxitud articular congénita generalizada.

La neuropatía supraescupular se muestra como una de las más frecuentes en el jugador de alto nivel, siendo los jugadores de voleibol los más vulnerables, aunque también afecta a lanzadores, tenistas y nadadores. Por la elevada prevalencia en este deporte, la neuropatía subescapular también es conocida como el “hombro del voleibolista”, consistente en una marcada hipotrofia del músculo infraespinoso por atrapamiento del nervio supraescapular. Se han hecho estudios en el ámbito internacional y la incidencia de este síndrome es del 64% de los atletas examinados.

Se observa atrofia y debilidad del músculo infraespinoso así como dolor en la parte posterior del hombro. Esta sintomatología se muestra en su grado máximo al realizar el gesto específico del saque “flotante”, ya que el músculo encargado de realizar el frenado de la aceleración del brazo es el infraespinoso.

El fortalecimiento es el tratamiento de elección y raramente la cirugía. Se realiza la suspensión o modificación de la actividad y un programa de rehabilitación del manguito de los rotadores. Si al término de seis a doce meses no se ha restablecido una función satisfactoria se debe considerar la reparación quirúrgica. La liberación quirúrgica del nervio suele aliviar el dolor y en ocasiones también la atrofia.

Lesiones de la Mano y los Dedos

Este tipo de lesiones si bien son frecuentes no son motivo para dejar de jugar o entrenar. En un análisis de 226 manos lesionadas, durante cinco años de seguimiento, en jugadores de voleibol, Bhairo et al., encontraron que “las distensiones fueron las más frecuentes (39%), seguido de las fracturas (25%) y contusiones (16%). De todos estos casos, un 44% fueron lesiones de los dedos. El 36% ocurrió bloqueando, el 37% en defensa y el 18% en caídas”.

La lesión más habitual es el esguince de las articulaciones interfalángicas y metacarpofalángicas de los dedos, debido al golpeo del balón contra ellos cuando se realiza la acción de bloqueo. El dedo con esguince está inflamado y es doloroso e hipersensible con la palpación. La amplitud de movimiento puede estar limitada debido a la lesión parcial de la cápsula articular o de un ligamento.

El tratamiento recomendado es el PRICE (Protección-Reposo-Hielo (ice)-Compresión-Elevación), antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y si fuese necesario la inmovilización con dispositivo ortopédico o vendaje funcional durante unos días. A menudo es útil ferulizar el dedo lesionado junto con el adyacente para reanudar la actividad. El uso de esparadrapo (Tapping) en los dedos ayuda a su protección, disminuyendo el riesgo de lesión.

En el “dedo del voleibolista” ocurre una lesión traumática principalmente al momento del bloqueo en el cuarto y quinto dedo y generalmente la atención durante el evento deportivo es inmovilizar junto al dedo sano para terminar la competencia. La lesión puede ir desde una luxación del la articulación interfalángica hasta una fractura de la epífisis de la misma articulación.

Obviamente necesita valoración y en ocasiones hay gran compromiso de los tendones extensores cuando hay cronicidad en el evento.

En el caso de la existencia de fractura, los síntomas comprenden dolor, hipersensibilidad, tumefacción u desviación. Las radiografías son esenciales para verificar la posible fractura. Según el tipo de fractura requerirá reducción de la misma e inmovilización. En el caso de complicaciones se puede necesitar cirugía.

La luxación del dedo meñique y del pulgar son las más frecuentes, pero cualquier articulación de cualquier dedo puede lesionarse. Los síntomas comprenden tumefacción, hipersensibilidad, deformidad y amplitud de movimiento limitada.

El tratamiento consiste en la reducción inmediata del dedo luxado mediante tracción axial, procedimiento de sencilla ejecución. Es necesaria la exploración radiológica para confirmar la reducción y descartar una fractura. El dedo debe inmovilizarse junto al dedo adyacente de 3 a 4 semanas, después de las cuales puede comenzarse el entrenamiento. En las primeras semanas tras la vuelta a la competición debe realizarse un vendaje de protección con el dedo adyacente.

Dedo en martillo

El tendón extensor que se inserta en la cara dorsal de la falange puede lesionarse cuando un balón (p.ej en balonmano, baloncesto o voleibol) golpea la punta del dedo o cuando ésta recibe un impacto que fuerza la articulación interfalángica extendida a flexionarse. Los síntomas comprenden hipersensibilidad, tumefacción leve y posible hemorragia interna. La última falange se mantiene doblada y sólo es posible la extensión mediante el movimiento pasivo. Si hay fractura requiere tratamiento quirúrgico, si no basta con un dispositivo ortopédico que lleve el dedo a la extensión durante las siguientes seis u ocho semanas.

Existen otro tipo de lesiones crónicas o por sobreuso como las tendinopatias, peritendinitis, tendinosis en alguno de los tendones que pasan por el canal del carpo (vaina tendinosa por la que pasan hasta once tendones a nivel de la muñeca). Se caracterizan por hipersensibilidad, inflamación, debilidad y disminución de la amplitud de movimiento. Puede realizarse tratamiento conservador o puede requerirse cirugía.

Otras lesiones habituales

Lumbalgia

Es el dolor en la parte baja de la espalda o zona lumbar (sin irradiación hacia las piernas) causado por alteraciones de las diferentes estructuras que forman la columna vertebral a ese nivel: ligamentos, músculos, discos intervertebrales y vértebras, aunque en muchas ocasiones no se conoce su causa precisa.

Los síntomas suelen aparecer tras levantar un objeto pesado o girar rápidamente pero también puede presentarse sin previo aviso. Se produce rigidez de la espalda y la postura puede parecer asimétrica con la espalda doblada hacia un lado como resultado del espasmo muscular que impide los movimientos de la espalda y que producen dolor.

Ante una lumbalgia aguda, se debe aconsejar que se mantenga el nivel de actividad lo más normal posible, mantener la deambulación y restringir el entrenamiento unos días.

Los analgésicos o los AINE de 3 a 7 días pueden disminuir la duración del dolor. Una vez desaparecida la fase aguda, se debe recomendar un programa de fortalecimiento de la musculatura abdominal, anulando la acción del músculo psoasilíaco. Cuando se trata de un dolor lumbar crónico, este puede tener múltiples causas, como insuficiencia muscular, degeneración del disco intervertebral, hernias centrales de disco o artrosis en las carillas. En un primer momento se utiliza paracetamol o AINE. Los analgésicos más potentes están indicados para las alteraciones del sueño relacionadas con el dolor. Asimismo habrá que eliminar la causa que provoca el dolor. La cirugía raramente está indicada

Contracturas

Son contracciones musculares dolorosas, de corta duración e involuntarias, causadas por isquemia (irrigación insuficiente del músculo), contusión, desequilibrio hidro-electrolítico, sobrecarga de trabajo muscular, uso de accesorios elásticos o utilización de vendajes muy ajustados.

Sus manifestaciones clínicas son: dolor intenso y contracción del músculo afectado. El tratamiento consiste en estirar el músculo y al controlar la contracción dar un ligero masaje para controlar el dolor e incrementar el flujo sanguíneo.

Lesiones por lanzamiento

En la fase de agitación o atención se dañan las estructuras capsulares anteriores y el tendón largo del bíceps.

En la fase de aceleración o de movimiento hacia delante pueden producirse lesiones por rotación, fracturas espontáneas de la diáfisis del húmero

Fase de lanzamiento provoca tendinitis bicipital subluxación de la porción larga de bíceps, tendinitis crónica, bursitis acromial y lesiones del manguito de los rotadores debido a pinzamientos.

Lesiones del codo

Se producen lesiones en las inserciones del tendón al hueso, lesiones musculares, compresiones musculars y nerviosas (nervio cubital) artritis traumática, deformidades a causa de lesiones por arrancamiento de extremos óseos, etc

LESIONES DEPORTIVAS FRECUENTES EN EL BALONCESTO

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Tabla 1. Lesiones por estructuras anatómicas - Liga Profesional de Baloncesto Española.
Fuente de investigación: Tomado de Protocolo lesional A.E.M.B. Asociación Española de Médicos de Baloncesto (8).
Nº de jugadores protocolizados: 217 (86% de la Liga ACB - 93/94)
Total de lesiones: 282.

Las lesiones del tronco suponen casi una quinta parte del total de lesiones en ambos estudios: 18,39% en la Liga Española y 17,2% en la NBA. En las extremidades superiores, la incidencia lesional es inferior a otras estructuras. En la NBA suponen 15,9% y la ACB 12,8%. En el último caso, las lesiones de cabeza suponen el 7,1% y el 8,6% en las estadísticas de la ACB y NBA respectivamente.

En la liga profesional francesa, sus estadísticas ofrece una incidencia mayor de las lesiones de las extremidades inferiores 73,5%, con una incidencia más baja de las lesiones del tronco 9,0% y de las lesiones de la cabeza 3,1%, con una similaridad en la incidencia de las lesiones de la extremidad superior 14,4%.

http://www.efdeportes.com/efd62/balonc02.gif Tabla 2. Lesiones por estructuras anatómicas
NBA (Liga Americana de baloncesto profesional). Fuente: (8).
Nº de jugadores protocolizados: 3718 (91% de la Liga NBA - 88/92).
Total de lesiones: 3711.

Mecanismo de lesión

La lesión más frecuente según los autores coincide en el esguince de tobillo, siendo el ligamento más afectado, el lateral externo con una incidencia en 9 de cada 10 casos. Los mecanismos de producción son: inversión del tobillo por una mala recepción y lo que es más frecuente, por pisar a otro jugador. Además en las incidencias de las lesiones, la que más se destaca es la tendinitis del tendón rotuliano y la condropatía fémoro-rotuliana influenciada por las exigencias en un deporte de salto, como es el baloncesto.

Otra lesión frecuente provocada por los gestos de rotación y flexo-extensión con contusiones y desplazamientos es la lumbalgia. Otras lesiones frecuentes con largas incidencias en los jugadores de baloncesto son el esguince de rodillas, con afectación del ligamento cruzado anterior, los esguinces y luxaciones de los dedos de las manos, eso último en función de que el balón es un instrumento mecánico lesional.

Otras lesiones tienen una incidencia menor, pero, deben ser consideradas factores de riesgo por sus secuelas, como por ejemplo la tendinitis aquilea, la fascitis plantar, las hernias/protusiones discales, los síndromes compartimentales y las roturas meniscales. Los autores destacan la dificultad en conocer la incidencia exacta de las lesiones musculares, pero en un estudio realizado en la liga americana de baloncesto, se conoce la incidencia de tirones musculares, como siendo: Lesiones isquiotibiales en 3,3% del total, lesiones de aductores en 2,8%, del tríceps sural en 1,9%, del cuadriceps en 1,3%, en el hombro 1,1%, y en la región lumbo-sacra en 0,9% y la incidencia de contusión cuadriciptal con una incidencia del 3,2%.

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Tabla 3. Lesiones más frecuentes en el Baloncesto.
Fuente de investigación: (8)

En baloncesto femenino hay estudios que indican una mayor incidencia de lesiones que en el masculino. Segundo los autores en un estudio de la incidencia de lesiones de un equipo de baloncesto femenino de 1ª División Española durante las temporadas 1991/1993, en las 24 jugadoras del equipo, ocurrió un total de 145 lesiones, suponiendo unas 48 lesiones por cada una de las 3 temporadas estudiadas, constatando una incidencia de 4 lesiones por jugadora y año. El protocolo lesional de la liga española, se comunicaran 282 lesiones en 217 jugadoras en una temporada, suponiendo una incidencia de 1,3 lesiones por jugadora y año. Se destaca una distribución porcentual de lesiones similares en relación con el baloncesto masculino.

La alta incidencia de condropatia femoro-rotuliana se destaca con mayor frecuencia al sexo femenino. Se destaca también la incidencia de roturas del ligamento cruzado anterior, así como las hernias discales intervenidas. De las 24 jugadoras protocolizadas, 15 (62,5%) habían sufrido alguna intervención quirúrgica a lo largo de su carrera deportiva.

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Tabla 4. Lesiones en baloncesto femenino de Primera División Española (temporada 91/93).
Nº de jugadoras protocolizadas: 24.
Total de lesiones: 145.
Fuente: (8).

En el baloncesto de proyección, las lesiones tienen el riesgo de afectar los jugadores con edades de formación a su proceso de maduración y crecimiento. Hay prioridades en conocer qué tipo de lesiones se producen en esto período, así como su incidencia. Segundo MARQUETA y TARRERO (1998), en estudios realizados por Soriano, en las temporadas 1993-1995, sobre un total de 1300 jugadores jóvenes (73,5% varones) encontró un total de 1078 lesiones con una media de 359,3 lesiones por año y 0,83 lesiones por jugador y año, con una incidencia de 71% de estas lesiones ocurriendo de forma aguda y el resto con incidencia por sobrecarga. Este estudio demuestra una incidencia de lesiones inferior a la encontrada en los grupos masculino e femenino adulto. El esguince de tobillo siegue siendo la lesión más frecuente en este grupo estudiado, con 17,3%.


Comparación lesional con otros deportes

Segundo MARQUETA y col. (1998) el esguince de tobillo no representa una lesión significativa en otros deportes como el atletismo, el fútbol, el balonmano y la natación, con una incidencia de sólo 13,3% de las regiones anatómicas. En la natación hay una predominancia de lesiones en los hombros, región cervicotorácica y rodillas con una incidencia del 37,0%, 20,2%, 23,7%, respectivamente. En el atletismo la incidencia de las lesiones ocurre por sobrecarga o sea, por las repeticiones del gesto, mientras en el baloncesto la incidencia de las lesiones agudas son más frecuentes.

En un estudio de revisión, RODRÍGUEZ (1998) afirma que, embazado en una reciente estadística hecha por la Asociación Española de Médicos de Baloncesto, las lesiones de los ligamentos de tobillo inciden una representación de 30% en los jugadores. En un 80% de las incidencias de las lesiones fueran producidas por el mecanismo de "estrés" equinovaro, con afección por el fascículo más exterior del ligamento lateral externo, el peroneo astragalino anterior.

STEPHEN y WILLIAM afirman que la lesión del tobillo en los deportistas representan entre 38 y 45% de todas las lesiones. Constataran que ocurría el esguince del tobillo por inversión. En el baloncesto de la NBA se consideran obligados la lesión por esguince del tobillo por inversión. Los estudios sobre lesión citan cerca de 50% de los esguinces externos ocurrieran jugando el baloncesto y de ellos, el 50% de las lesiones fueron esguinces del ligamento externo del tobillo.

En estudios de KARLSSON, ERICKSSON y RENSTRÖM (1997) señalan que en la lesión del ligamento externo del tobillo, el calcáneo-fibular, lateral talo-calcaneal, el cervical interóseos y el ligamento talo-calcaneal son sujetos a lesiones en esta orden, provocando un instabilidad subtalar. Los autores describen el mecanismo de lesión en el baloncesto, ocurre siempre en el triple salto; con el impacto brusco y la desaceleración producido por la progresión inercial del movimiento.

Los estudios de Marqueta y col. constata que la incidencia expresada en lesiones por 1000 horas de juego es de 5,6 en el fútbol, de 4,1 en el balonmano y en 3,0 en el baloncesto. Podemos concluir en este estudio revisional que el baloncesto es un deporte que la incidencia lesional en los segmentos anatómicos es muy significativo en relación a otros deportes de equipo y de contacto delineado por las reglas oficiales de competiciones.

Diagnóstico de las lesiones del tobillo

El protocolo de determinación del grado de la lesión en la fase aguda para complementación de la exploración física, se ha utilizado las radiografías en estrés y la artrografía. En las radiografías en estrés se aplican el aparato Telos, KARLSSON, ERICKSSON y RENSTRÖM (1997) como dispositivo mecánico de aplicación de un estrés en la región lesionada. Sin embargo, varios investigadores presentaban resultados contradictorios con respecto a fiabilidad a la hora de valorar el número de ligamentos rotos.

La artrografía presentaba una fiabilidad de 100% para la lesión del LPAA y de 79% para la lesión combinada del LPAA y el LPC. Un estudio prospectivo presenta dados comparativos entre la artrografía, las exploraciones físicas y las radiografías de estrés; en el diagnostico de la lesión del tobillo, presentaran un índice de 85% de los casos en la artrografía y 50% de las lesiones detectadas en los otros modelos diagnósticos.


Tratamiento de las lesiones del tobillo

Hay controversias a respecto del tratamiento más adecuado en las lesiones ligamentosas del tobillo, segundo Dr. Cristóbal Rodríguez (1998). Los tratamientos conservadores presentan inestabilidad residual en las lesiones en 20% a 40% de los casos, limitando la practica deportiva y evolucionando a una inestabilidad crónica, con posibilidad de deterioro articular y periarticular. El ligamento más afectado es el ligamento lateral externo con 85% de las lesiones y el ligamento peroneo astragalino anterior (LPAA) con 80% de las incidencias.

Los procedimientos quirúrgicos para tratamiento de las inestabilidades crónicas tendrán dos objetivos: Uno, restaurar la estabilidad articular por intermedio de plastias de sustitución y retensado ligamentoso; dos, a través de las correcciones de las lesiones asociadas.


Rehabilitación de las lesiones

"El procedimiento general de la rehabilitación del deportista lesionado iniciase con el repose, el tratamiento físico frente el dolor, readaptación al esfuerzo y entrenamiento, rehabilitación total del deportista para la practica del deporte y la reinserción en sus puestos habitual", ITURRI (1998). Los métodos de actuación y aparatos utilizados en la rehabilitación son:

1. Electroterapia (corriente galvánica)

2. Diatermia (corriente alta frecuencia)

3. Ondas Decimétricas

4. Iontoforesis

5. Ultrasonido

6. Crioterapia

7. Masoterapia

8. Hidroterapia, etc.

En la rehabilitación y fisioterapia se utiliza la técnica terapéutica denominada "Propiocepción" como modelo de ayuda para restauración de la estabilidad y funcionalidad de las estructuras articulares.

"Siendo la Medicina Deportiva multidisciplinaria con inclusión en ella del especialista en Fisiología del Ejercicio, Cardiología del Deporte, Traumatología, entendemos que el Rehabilitador tiene su papel, así como el Fisioterapeuta", ITURRI (1998). Estos profesionales especializados asumen un papel fundamental en la total recuperación de una lesión.

DONATO (1998) destaca las etapas de la reeducación neuro-motriz en un esguince del ligamento lateral externo del tobillo como un método de rehabilitación eficaz, mediante ejercicios adecuados a través de una serie de esquemas de coordinación neuro-motriz dando seguridad y funcionalidad a la articulación afectada. Las etapas son:

1. Ejercicios basados en el tacto y la presión cutánea. (Ejercicios estimuladores de los receptores del tacto, a través de presiones y palpaciones alrededor de la zona afectada).

2. Ejercicios basados a recuperar la movilidad articular. (Ejercicios de circunducciones con el pie para que se vea todo el arco del movimiento completo).

3. Recuperación de la vigilancia muscular. (Capacidad de reacción cuando se reproduce el mecanismo patológico. Hacemos una reproducción del mecanismo lesional parcialmente, para que el individuo desarrolle estrategias de lucha).

4. Características de la reacción muscular. (Uso de aparatos analíticos para estimular la calidad y la cantidad del mensaje. El uso del electro-estimulación dinámico es muy útil).

5. Apoyo Parcial. (Trabajo en cadenas cinéticas cerradas. Uso del protocolo del Balón de Klein).

6. Apoyo completo en un plano estable. (Uso de carga unipodal y con el pie corregido con una componente de Rotación Interna y con la rodilla flexionada y en Rotación Externa. Desequilibrase el paciente con series de empujes laterales y frontales obligándole a ejercer una resistencia en el lado dañado del tobillo. Su finalidad es lograr la puesta en carga total doblando la actividad muscular y solicitar de manera próxima a los receptores propioceptivos.

7. Paciente con apoyo completo en unas superficies blandas. (Con solicitaciones en carga unipodal).

8. Planos inestables y mantener el equilibrio. (Uso de los platos de Freeman y de Völler [2]).

9. Realización de actividades deportivas en planos más o menos inestables. (Reintroducción del paciente a la actividad normal con ejercicios específicos del deporte correspondiente).

9.1. Ejercicios excéntricos de amortiguación.
9.2. Trabajo con calzado
9.3. Trabajo con los ojos cerrados
9.4. Ejercicios de huida. (Enseñar el paciente a caer para evitar torcerse el tobillo).

El tratamiento y rehabilitación de la lesión del ligamento del tobillo esta de acuerdo con las siguientes etapas utilizando un programa básico de ejercicios excéntricos desarrollados para el suceso en la rehabilitación de las lesiones de los ligamentos en el deporte:

Calentamiento

1.1. Actividades de ciclismo o corridas, para aumentar la temperatura corpórea e de la circulación.
1.2. Ejercicios de flexibilidad
1.3. Ejercicios específicos
1.4. Repetición de los ejercicios de flexibilidad
1.5. Aplicación de hielo

El Fisioterapeuta y el Profesor de Educación Física en este programa de ejercicios son de gran utilidad, pues, sus misiones son de despertar la creatividad en la búsqueda de aparatos, objetos movimientos, ejercicios que puedan auxiliarlos a crear situaciones adecuadas y de seguridad en la articulación o región lesionada.

LESIONES MÁS COMUNES EN EL FÚTBOL

Lesiones fútbol más comunes

1. Esguinces

2. Torceduras

3. Fracturas

4. Lesiones de Rodilla

5. Lesiones de la cabeza

lesiones futbol-

Los esguinces

Son lesiones comunes en el fútbol, se dan en el tobillo, en la rodilla y en la parte inferior de de la pierna. Según el Dr William O. Roberts, primero son los esguinces de tobillo y luego los esguinces de los ligamentos colaterales medios los más comunes. En el futbol existen movimientos bruscos a un lado y al otro que contribuyen a este tipo de lesiones.

Las Torceduras

Las torceduras y calambres son de origen muscular. Según el ex jugador de Fútbol Universitario Cheryl Reed las torceduras Son muy frecuentes en el fútbol, por contracciones bruscas de la musculatura. Las lesiones musculares por contractura más frecuentes son las de los músculos de la ingles, los cuádriceps y los tendones, como la tendinitis de aquiles. Chery Reed comenta que es el constante movimiento de parar y avanzar o tratar de abarcar una zancada más larga pueden llevar a la contractura.

Las Fracturas

Según el Dr Jordan D. Metzl y el Dr Gary R. Fleischer en su artículo de 1999, para el Journal of Pediatric Care, las fracturas más frecuentes en el fútbol suelen ser de las extremidades bajas. En el fútbol hay un contacto fisico vigoroso que a veces puede dar como resultado una lesión.

Las Lesiones de Rodilla

Las lesiones de la rodilla son una de las lesiones más comunes en el futbol. El Dr Rovert Leach , editor del American Journal of Sports Medicina comenta.

Las lesiones del ligamento medio colateral, los meniscos y el ligamento cruzado anterior son las partes de la rodilla que con más frecuencia se lesionan en el fútbol.

Muchas de estas lesiones como las rupturas de los ligamentos anteriores cruzados se producen a partir de un contacto brusco. Una carga excesiva en la articulación de la rodilla, ir corriendo y frenar de manera repentina puede llegar a causarlas.

Lesiones de la cabeza

Según Jordan D. Metzl y el Dr Gary R. Fleischer las lesiones de cabeza (dentales, del ojo, del cerebro) constituyen cerca del 5% de los traumatismos o lesiones del futbol. Este tipo de lesiones suelen ser resultado del contacto entre los jugadores.

Tratar de chutar de cabeza con el balón, de una forma inapropiada puede llevar a una contusión. El jugador trata de cabecear con el balón, puede perderlo, chochar con otro jugador, con el poste de la portería etc. Reforzar los músculos del cuello y usar algún tipo de protección para los dientes y los ojos sería muy recomendable.

Otras lesiones deportivas frecuentes son:

§ Fascitis plantar

§ metatarsalgia

§ Pariostitis tibial

§ sesamoiditis

LESIONES FRECUENTES EN EL TENIS

1. Problemas en los hombros

http://www.pulevasalud.com/ps/documentos/PulevaSalud/BIENESTAR/EstarEnForma/SportLife/2002/042002SportLife/imagenes/7116.jpg?TExt=jpg&TObj=image

Codo. Es una de las partes más delicadas del cuerpo del tenista. (Foto: Sport Life)

En el primer apartado tendremos los problemas de hombro debido a la gran demanda asimétrica de esta articulación y de todas las estructuras blandas (tendones, músculos, etc.). Así podemos tener tendinitis en el manguito de los rotadores (tendinitis del supraespinoso), tendinitis bicipital y bursitis subacromial.

Del mismo modo tendremos la lesión denominada "codo de tenis" o epicondilitis; esta lesión afecta fundamentalmente a la inserción de unos músculos, llamados radiales, en la cara externa del codo (en un relieve del húmero llamado epicóndilo, de ahí su nombre).

En menor medida se afecta la región interna del codo. Estas lesiones dependen de los microtraumatismos al golpear con la raqueta la pelota, del tamaño de la empuñadura y de la tensión de las cuerdas.

2. Espalda y extremidades inferiores

La espalda es una región muy solicitada en el tenis, por ello es frecuente la aparición de molestias lumbares.

Las extremidades inferiores pueden afectarse, ocasionando tendinitis en rodilla y en aquiles por las altas cargas de entrenamiento. Así mismo pueden existir lesiones como roturas musculares en partidos cuando la fatiga es elevada.


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3. Prevención

La asimetría funcional que se genera al ser un deporte asimétrico no necesariamente debe ocasionar problemas, sin embargo es importante un entrenamiento que equilibre esta diferencia lateral.

La prevención empieza con la corrección de la técnica deportiva. Asimismo el material adaptado a nuestras cualidades físicas (tamaño del puño, tensión de cuerdas, etc.) es un aspecto decisivo en la prevención de las lesiones en el tenis.

Reforzar la musculatura abdominal y lumbar permitirá minimizar los problemas lumbares y ayudará a la buena dinámica de juego. Retrasar la fatiga con una buena estrategia de nutrición e hidratación, tanto en el entrenamiento como en la competición, es también importante para la prevención.

Lesiones frecuentes en corredores

Correr es entrega. Una vez que usted se acostumbra a la cotidianidad del ejercicio aérobico, al mejoramiento de la circulación y estimulación de todo el metabolismo, se siente tan bien que no puede parar. Pero llega una lesión y que hacer? se enfrenta a un problema: ¿Cómo descansar el suficiente tiempo para que la herida sane?
Tarde o temprano todo corredor se lesiona, aunque suene desalentador, PERO hay buenas noticias, muy pocas heridas tardan más de tres a cuatro semanas; con el debido cuidado y tratándolas a tiempo, muchas lesiones desaparecen en unos cuantos días, sin pérdida de la condición física.

¿Cuándo se trata una lesión?

Algunos corredores padecen de dolencias y dolores todos los días, la mayor parte de las cuales son temporales. Esto en muchos casos indican falla en los tejidos más débiles y el desarrollo gradual de los más fuertes. Por medio de la experiencia aprenderá a establecer la diferencia entre un dolor pasajero y una lesión. El profesor Jeff Galloway detalla algunos principios útiles que le ayudarán a distinguir entre uno y otra. Se trata de una lesión si es:

- Funcional: si lo mantiene alejado de correr en forma natural.
- Continua: si persiste por más de una semana.
- Si va en aumento: se empeora con el paso de los días y entrenamientos.
- Si se hincha: compare las dos rodillas, los tobillos, etc. y observe si esta hinchada.
- Si es dolorosa: el dolor es el aviso del cuerpo para que ponga atención. Puede correr con molestias pero no con dolor. No utilice recursos artificiales como medicamentos para contrarrestar los síntomas del cuerpo.

Descanse un día o más

Al correr con una lesión usted agrava su problema y su curación se retardará más con el tiempo. Siempre es mejor ser conservador y tomar uno o dos dias de descanso como medida de seguridad cuando se sospecha de una lesión. Es lo mejor que se puede hacer y evitar semanas o meses de espera frente a una recuperación.


¿Qué hacer para mantenerme en forma si no puedo correr?

Sabemos que ama correr, que necesita esa dosis diaria de oxigeno sano que recibe al entrenar, pero las lesiones necesitan tiempo para sanar. Ahora que se encuentra en esa situación tiene que conseguir algún equipo o asistir a un gimnasio o a una piscina (solo si el médico lo recomienda) para mantener su condición física que tanto le ha costado. Puede hacer los siguientes ejercicios mientras se recupera:

Correr dentro de una piscina: puede realizar este ejercicio simulando el trote diario, ubique una profundidad tal, que el agua le llegue a la mitad del muslo, si todavia siente algo de presión en su herida, trate en aguas más profundas. Realice los mismos entrenamientos permaneciendo a flote, empleando los mismos tiempos que lo hacia normalmente. Se sorprenderá cuando empiece a ver la adaptación del cuerpo en estas condiciones.

- Ciclismo en bicicleta fija

- Caminata

Si definitivamente no puede realizar ninguna actividad física durante la recuperación, deberá tener paciencia y al final del proceso empezar progresivamente sus entrenamientos. La siguiente tabla le indicará cuanta condición física se pierde según el número de días de inactividad:

Tiempo de descanso
sin ningún ejercicio

Porcentaje promedio
(estimado) de perdida de
condición

1-5 días

0-1 %

7 días

10%

14 días

35%

21 días

60%

28 días

85%

35 o más días

100%

LESIONES MÁS COMUNES

A continuación podrá encontrar un listado de las lesiones más comunes en corredores y como tratarlas, semana tras semana iremos actualizando esta sección.

Esguinces y torceduras

Fascitis Plantar

Sindrome de la cintilla Iliotibial

Sindrome Femoro-Rotuliano

Dolor de espalda y ciática

LESIONES MAS FRECUENTES EN LA LUCHA DEPORTIVA

La lucha es un deporte de contacto, completo, que utiliza la fuerza, la elasticidad, la potencia y la rapidez, que unido a un correcto entrenamiento técnico y estratégico minimizaría un gran porcentaje de lesiones. En la lucha estilo Libre olímpica, se tiene permitido utilizar las piernas tanto para la ejecución de técnicas y presas como para inestabilizar al adversario en el tapiz. Por ello son tan frecuentes las lesiones osteomusculares que afectan a las extremidades inferiores, sobretodo a la articulación de la rodilla, y a los músculos del deportista.

En un luchador/a deben de concurrir dos tipos de cualidades, las cualidades que definirían su condición: de fuerza, de resistencia y de velocidad y las cualidades coordinativas: de movilidad y de agilidad.

Entendemos por resistencia muscular a la capacidad de un músculo o de un grupo muscular para sostener ejercicios de alta intensidad, repetidos o estáticos, este tipo de resistencia está representado por el halterofilico y por el luchador. El ejercicio puede ser de naturaleza rítmica o repetitiva, como el press banca, o la actividad puede ser más estática, como por ejemplo la acción muscular sostenida cuando un luchador intenta movilizar a un oponente contra el tapiz, realizar una presa o un agarre, en ambos casos, la fatiga resultante esta referida a un grupo muscular especifico y la duración de la actividad no suele ser superior a 1 o 2 minutos. La resistencia tiene una fuerte relación con nuestra fuerza muscular y nuestro desarrollo anaeróbico.

Fuerza: desde la fisiología, es la capacidad de producir tensión que tiene el músculo al activarse. Resistencia: capacidad para soportar la fatiga a esfuerzos prolongados y/o para recuperarse. Velocidad: capacidad de conseguir, máxima fuerza volitiva y funcionalidad del sistema neuromuscular, una rapidez máxima de reacción y de movimiento en determinadas condiciones.

Flexibilidad: Capacidad de desplazar una articulación o serie de articulaciones, sin restricción ni dolor.

Síndromes por abuso en la lucha

Los síndromes por abuso son el resultado de una actividad cíclica crónica. Pueden estar producidos por cargas poco repetidas pero de gran magnitud o por cargas normales muy repetidas. El término "fatiga", se utiliza para describir el fallo del material por cargas y descargas repetidas de una magnitud en los límites de tensión del material. La carga se halla por debajo del punto de ruptura del tejido y puede estar en los límites de la zona elástica. A menor carga, mayor cantidad de ciclos se necesita para producir el fallo del tejido. En la mayoría de los tejidos existe una carga límite por debajo de la cual un número infinito de ciclos no producirá el fallo. Un factor común a todos los tipos de carga repetitivos es que se producen microtraumatismos repetidamente. Las lesiones por abuso pueden relacionarse de varias formas con un aumento de la intensidad de la actividad. Es posible que ocurran como resultado de la repetición excesiva con una anatomía normal, por muchas repeticiones con desequilibrios o enfermedades anatómicas, por técnicas de entrenamiento inadecuadas o equipos o servicios impropios, como calzados o superficies de juego.

http://www.efdeportes.com/efd80/lucha02.jpg Las lesiones pueden afectar a los tendones, las articulaciones, ligamentos y huesos. Las cargas suelen producirse por presión, compresión e inclinación. Las tensiones de presión se suelen producir en apófisis óseas al cargarse de forma crónica la interfase osteotendinosa. Si la carga es suficientemente grande, se producirá la fractura. En las actividades atléticas existen diversos ejemplos de este tipo de lesiones crónicas.

El correr y el saltar crean contracciones musculares repetitivas que provocan tensión en las inserciones musculares de las extremidades inferiores. Se producen síndromes dolorosos, siendo los más frecuentes la apofisitis de la de la tuberosidad tibial (Enfermedad de Osgood- Schlatter, o del polo inferior de la rótula (síndrome de Sinding-larsen-Johannsson, de la apófisis del calcáneo, enfermedad de Sever, o la tendinitis anserina (semimembranoso, sartorio y recto interno). La carga repetida e intensa sobre estas áreas puede producir fallo por tensión de la interfase osteotendinosa.

La tracción de las zonas de inserción de los músculos tibial anterior y posterior puede producir dolor. Otra importante lesión por abuso incapacitante es la fascitis plantar. La tensión repetitiva de la fascia plantar se produce por la carga cíclica del calcáneo y las cabezas metatarsianas. En la interfase fascia- hueso se produce inflamación y dolor. La carga por compresión repetitiva produce varios ejemplos de síndromes por abuso. Las reacciones de proliferación debidas a la carga por compresión pueden conducir finalmente a problemas articulares degenerativos. La carga crónica sobre las articulaciones puede provocar microfracturas de las trabeculas seguidas de remodelamiento y rigidez del hueso subcondral. Esta situación se presenta con mayor frecuencia en los tobillos, codos, rodillas, y articulaciones intervertebrales. Uno de los problemas más comunes del síndrome por abuso es el síndrome tensional repetitivo, que parece producirse secundariamente a la carga combinada de compresión y de cizallamiento. La carga insuficiente en una cara y la sobrecarga en la otra cara de la superficie rotuliana posterior puede producir reacciones proliferativas con reblandecimiento y erosión del cartílago rotuliano. La compresión unida a la fricción también crea situaciones molestas, tales como el síndrome de compresión de la fascia lata, cuando la fascia iliotibial fricciona sobre el cóndilo femoral o sobre el trocanter mayor. Los momentos de inclinación y la carga por torsión aumentan las fuerzas sobre los tejidos localizados, los cuales suelen fracasar ante la tensión. Las fracturas por tensión son las lesiones por abuso más frecuentes. Pueden estar relacionadas con cargas anormales aplicadas al hueso normal (fractura por fatiga) o con cargas normales sobre un hueso con poca resistencia elástica (fractura por insuficiencia).

La principal causa contribuyente puede ser la absorción de energía del medio. Los músculos ayudaran a absorber parte de esta energía. Esto al propio tiempo, requiere otros tejidos blandos y huesos para que se absorba la energía. En estos huesos como los metatarsianos y el peroné, el tipo de carga es la inflamación con patrones cíclicos de presión y compresión. Este proceso provoca una serie de situaciones que pueden llevar a la fractura. El proceso empieza con una deformación elástica excesiva, seguida del retroceso del hueso. Las láminas circunferenciales se desorganizan y se inicia la reabsorción del hueso, seguida de la restitución con hueso osteoide. Durante esta actividad de remodelamiento, la reabsorción de hueso, progresa más rápidamente que la formación de hueso, por tanto el hueso se debilita, provocando una mayor probabilidad de que se produzcan pequeñas fracturas. La carga continuada puede provocar fracturas más complicadas. Los lugares más frecuentes de las fracturas por presión son los metatarsianos la tibia, el peroné, y las zonas interarticulares de las vértebras.

Como podemos observar en las imágenes de ejecución de algunas técnicas de lucha, cualquier traumatismo de partes blandas que rodean una articulación puede limitar el movimiento, por lo tanto, la lesión del cartílago articular, de la sinovial, de la cápsula articular, de los músculos, tendones o ligamentos de una articulación puede dificultar los movimientos de forma significativa. La lesión de cualquiera de estas estructuras producirá inflamación y tumefacción. La ruptura de la cápsula, ligamentos y/o tendones puede producir la inestabilidad articular. El derrame sinovial puede ser otra causa de disminución del movimiento efectivo.

Los ligamentos y la cápsula forman el sostén estático de la articulación y están compuestos por fibroblastos alineados en las hileras paralelas a las fibras de colágeno. Las fibras de colágeno discurren paralelas al eje de tensión de la articulación.

La contracta muscular también produce disminución del movimiento, pero afortunadamente, esto no produce un gran problema en el tratamiento de las lesiones deportivas. La contractura muscular se produce cuando durante la elongación, el músculo no esta suficientemente elongado para provocar una amplitud de movimiento completa. Se supone que se produce como resultado de los cambios en la longitud en el origen o en la inserción aponeurótica del músculo o en la longitud de la fibra muscular. Suele ser difícil comprobar si el movimiento esta disminuido por el acortamiento capsular o por la contractura muscular. En medicina deportiva, una sola articulación no suele inmovilizarse el tiempo suficiente para que produzca contractura muscular severa. La contractura muscular responde muy lentamente.

La rodilla, como vemos en las imágenes, participa en la mayor parte de las técnicas y por ello, se permiten utilizar protectores de rodilla. El complejo articular de la rodilla esta formado por tres huesos, el fémur, la tibia y la rotula, entre los cuales forman dos articulaciones. Una de estas articulaciones es la femoro-tibial, que es una condiloartrosis y la otra, la femoro-rotuliana, que es una trocleartrosis, forman en su conjunto una articulación apta para la flexoextensión, es decir, una charnela, o bisagra modificada, reforzada por dos sólidos ligamentos laterales que en posición de rectitud impiden variaciones anómalas en el sentido de abducción o aducción de su eje, facilitando, en cambio, un arco bastante amplio de movilidad en la flexión.

A su nivel se ubican los extremos articulares de las dos palancas más largas y potentes del esqueleto, es decir, el fémur y la tibia. Pese a ello, las luxaciones son raras, aunque esta expuesta y de hecho a traumas bruscos y repetidos o bien al uso y al abuso, por ello existen muy pocos deportes o procesos que no afecten a su estructura.

Como articulación perteneciente al miembro inferior de soporte del organismo, frente a la acción de la gravedad y dedicada a las labores habituales de carga, de soporte de peso y de de ambulación e incluso de esfuerzo en los deportes, resulta muy susceptible a la acción de los microtraumatismos, por ello posee el cartílago más grueso que todas las restantes articulaciones, siendo además muy rico en células, matriz y en sustancia fundamental.

Para juzgar de su importancia no tenemos más que observar la participación que la rodilla tiene durante la marcha tanto en la fase postural de apoyo como en la de deambulación o marcha. Así en la fase postural de apoyo, al producirse el choque del talón, la rodilla está en extensión total y reciben el golpe directamente ambas extremidades condrales; mucho más intenso será el microtraumatismo si la musculatura idónea es débil. En la fase intermedia, antes de pasar al impulso con el que finaliza la fase postural de apoyo, al contraerse el cuadriceps para mantener estable la rodilla, no solo sigue soportando la presión de las fuerzas musculares, sino también el peso del cuerpo. Por ultimo al realizar el impulso para adelantar el cuerpo, a las anteriores presiones musculares ha de añadirse la de los músculos gemelos, soleo y flexor largo del dedo gordo, elementos fundamentales. En la fase de de ambulación la rodilla juega un papel más importante y de mayor trabajo, tanto en fase de aceleración como en la de desaceleración.

Los elementos limitantes para la seguridad funcional de la rodilla son los ligamentos, así, los que aseguran la íntima y firme conexión del fémur con la tibia son los ligamentos cruzados, los laterales se comportan como férulas externas.


Prevención

Las lesiones más frecuentes en los campeonatos de lucha son las lesiones musculares, luxaciones, fracturas nasales y los hematomas auriculares. Las articulaciones más afectadas son los hombros, las rodillas, y la columna lumbar. Para la prevención de este tipo de lesiones en las diferentes modalidades de lucha, es de gran importancia el trabajo de la flexibilidad que permite aumentar el grado de movimiento de una articulación, lo que favorece la reducción del riesgo de sufrir distensiones y esguinces. El desarrollo de la flexibilidad, es un proceso lento y que requiere un esfuerzo diario, se consigue a base de realizar ejercicios estáticos de estiramientos manteniendo la posición durante aproximadamente 15 segundos, pero sin que llegue a producir dolor. Los isquiotibiales, los hombros y la región lumbar son las zonas más importantes de trabajo de la elasticidad de un luchador y de su preparador físico, con el fin de prevenir la aparición de lesiones durante el campeonato.

En la medicina deportiva, la flexibilidad se refiere a dos fenómenos diferentes: la flexibilidad que se produce por el entrenamiento para una cierta competición atlética, que puede muy bien superar lo que se considera amplitud del movimiento normal y la pérdida de la flexibilidad que se produce por una lesión. La flexibilidad es el resultado combinado de la situación de las partes blandas que rodean a la articulación. La configuración de la articulación puede limitar los extremos del movimiento. La situación de los ligamentos, los tendones, la cápsula articular y músculos también afecta a la flexibilidad. Esta guarda relación con la edad, el género y el nivel de actividad. El mantenimiento de una buena flexibilidad permite que el atleta compita de forma confortable y con un mínimo de riesgos de lesión. El desarrollo de la flexibilidad es un proceso lento que requiere una dedicación diaria y un esfuerzo continuado por parte de los deportistas a base de realizar ejercicios durante 15 o 20 minutos de calentamiento y estiramientos, para que tanto las articulaciones, como el resto de componentes, músculos y ligamentos favorezca la prevención de lesiones, adaptándose a las características especiales y particulares de este tipo de deporte.

Conclusiones

Hasta cierto punto, la incidencia de lesiones agudas puede ser alta, puesto que el luchador/a tiene en juego todo su cuerpo, en las preparaciones de las competiciones y en la misma competición el luchador/a puede lesionarse porque practica las mismas técnicas, agarres y candados que aplicará a su adversario, pero si su preparación física y psíquica es adecuada evitará las caídas y no forzará alteraciones en su patrón de movimiento, un buen luchador/a sabe cual es la mejor forma de caer en el tapiz, a no ser que su adversario le supere en la técnica.

Lesiones más frecuentes en gimnasia rítmica

Una de las partes del cuerpo que más sufre con este deporte es la columna vertebral. Y una disfunción a este nivel puede provocar una lesión secundaria, a otro nivel.

Una lesión típica es la ESPONDILOLISTESIS L5-S1; es un desplazamiento anterior de L5 (la última vértebra lumbar) con respecto al sacro y se suele acompañar de una espondilolisis (es una ruptura del arco neural) para que lo entendáis todos, es provocado por el trabajo excesivo de la zona lumbar, niñas que tienen mucha flexibilidad a este nivel (como a la hora de hacer la paloma, la plancha…ese tipo de ejercicios) que provocan a la vez un impacto terrible en la pelvis y articulación sacroilíaca sin ningún tipo de amortiguación

Los objetivos de esta lesión serán:

· Disminuir el dolor

· Disminuir las fuerzas ascendentes y descendentes que impactan en la sacroiliaca y pelvis

· Reforzar la estabilidad lumbar

· Reeducación postural y propioceptiva

LESIONES MAS FRECUENTES EN LA GIMNASIA DEPORTIVA

Un deporte muy adecuado para los jóvenes. La fatiga del codo es una lesión provocada por la repetida hiperextensión de éste. Los ligamentos quedan laxos en la parte delantera, lo que produce dolor y una articulación inestable. El codo normal sólo acepta una hiperextensión de 5º a 10º. Los ejercicios para fortalecer el codo pueden darle más estabilidad y evitar el dolor pero también puede ser necesario un período de reposo. Si se convierte en un problema crónico, el médico podrá hacer muy poco. Las lesiones frecuentes interfieren con la técnica provocando, a veces que el gimnasta recurra a movimientos que le ayuden a evitar el problema pero que son defectos de la técnica potencialmente peligrosos.

También son frecuentes las lesiones del mecanismo del cuádriceps (tirón dela inserción del cuádriceps, tirón del músculo cuádriceps o lesiones del cuádriceps en general), el dolor en la rótula (chondromalacía patellae) y laenfermedad de Osgood Schlatter. Una vez que se manifiestan resulta difícil resolverlos. Es mejor someterse a tratamiento cuanto antes o de lo contrario el problema podría agravarse. Se deben evitar los ejercicios que exijan agacharse y concretarse en los ejercicios de brazos y de elasticidaden el suelo. En las salidas de los saltos, es recomendable procurar rodar envez de caer de pie.

La hiperextensión a veces causa lesiones de espalda. En este caso no se deben a la postura. Se recomienda realizar calentamientos adecuados. La natación es un buen ejercicio de rehabilitación pues alivia a la espalda de grandes tensiones.

Los gimnastas que practican el salto Tsukahara girando sobre la muñeca que aguanta el peso corren el riesgo de sufrir fracturas por sobrecarga del radio.

LESIONES EN LA PRÁCTICA DEL BÉISBOL CON MENORES

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LESIONES DE SOBRE-USO

Una lesión de sobre-uso resulta cuando alguna parte del cuerpo es sometida más de la cuenta a esfuerzos repetidos, incluso esfuerzos pequeños. De este modo, es diferente a una lesión causada por un evento traumático específico. Con algunas repeticiones en un periodo prolongado de tiempo, puede que no tenga ningún síntoma en absoluto. En el béisbol y softbol, los jugadores hacen cientos de movimientos que se repiten una y otra vez que aumentan la probabilidad de una lesión de sobre-uso. En este contexto, los lugares más obvios son el hombro, brazo o codo.

EVALUACIÓN:

Escuche:

* Quejas de dolor en el área afectada. El jugador notará primero el dolor cuando use el área afectada; luego, también sentirá dolor cuando esté en descanso.

* A veces las quejas de los niños se traducen sólo en cosas que le gustan o disgustan: “ya no quiero lanzar más”, o más específicos como “me duele el codo cuando lanzo”.

Observe:

* Cambios en la forma de lanzar.

* Cojera.

* Otras señales que el jugador exterioriza, como tocar continuamente el área adolorida.

Sienta:

* Sensibilidad a la presión en el área dañada (suave, moderada, severa).

* Hinchazón (pero usualmente no está presente, especialmente en una extremidad superior).

Mueva:

* Compruebe si el jugador puede mover totalmente la articulación (compare con el otro lado).

* Observe si la fuerza del músculo es igual al mismo en el otro lado del cuerpo. Haga que el jugador apriete el músculo contra su resistencia. Note dolor y/o debilidad.

TRATAMIENTO:

· El tratamiento más obvio para el sobre-uso es el descanso, especialmente de la actividad que creó la lesión, en primer lugar.

· Siempre es correcto el hielo para reducir el dolor y la inflamación.

· Notifique a los padres.

· Sugiera que vea a un médico, especialmente si el síntoma persiste.

Usualmente una simple “cura de descanso” no será suficiente, porque aunque pensemos que los síntomas decrecen, que traerá disminución en el volumen, tono y flexibilidad en el músculo. Este deberá ser tratado a través de ejercicios específicos.

Consideraciones especiales:

Una lesión de sobre-uso puede afectar a cualquier parte del cuerpo, incluyendo piernas y espalda, pero en el béisbol, los problemas más notorios son en hombro, brazo y codo.

Los problemas de sobre-uso en hombros y codos pueden afectar el crecimiento de parte de los huesos y no sólo de tejidos finos, lo que puede causar serias complicaciones.

Su jugador puede necesitar evaluación médica y rayos-x para encontrar el problema óseo.

En el codo, generalmente el problema más serio es demostrado por dolor en el lado de afuera, más que en el interno. Afortunadamente los problemas en el codo interno (medial) son mucho menos comunes que problemas en el codo exterior (lateral).

La complicación más seria de las lesiones en los tejidos finos por el sobre-uso es la articulación del hombro. Con el desgaste excesivo, se puede producir un desgarro en la articulación del hombro, pero es extremadamente raro, incluso en jóvenes que practican habitualmente. Lo que suele ocurrir es la tendinitis en el hombro.

Cómo habíamos visto en el capitulo 2, un jugador con una lesión de sobre-uso en el hombro o el codo puede volver a jugar después de ser dado de alta por el médico porque la lesión a “sanado”, pero determinar si el brazo está listo para volver a lanzar es un problema que también le concierne al entrenador. La siguiente tabla lo ayudará a que el jugador vuelva a lanzar paulatinamente.

VOLVIENDO A LANZAR

ETAPA

CRITERIO DE PROGRESIÓN

Lanzamientos Cortos

Lanzamientos de 3 – 5 metros para trabajar precisión y una buena mecánica e lanzamiento.

Lanzamientos Largos

Con el jugador parado en el jardín central. Haga lanzamientos para que la pelota llegue rodando a segunda base. Luego lanzamientos de forma que la pelota llegue con 4 botes, luego con 3, luego con 2, y finalmente uno. Verifique la precisión y mecánica de lanzamiento.

Lanzamientos Desde el Montículo.

Lanzamientos a ½ de la velocidad normal hacia el home, enfatizar en precisión y mecánica.

Lanzamientos Rectos.

Haga lanzamientos rectos progresivamente más rápido hasta llegar a ¾ de la velocidad normal.

Lanzamientos Quebrados.

Lance bolas curvas progresivamente mas rápido hasta ¾ de la velocidad normal.

Velocidad.

Incremente la velocidad en cada lanzamiento hasta la máxima velocidad. Recuerde, mantenga la precisión y buena mecánica.

Lanzamientos Especiales

Agregue cualquier lanzamiento especial al programa.

Fildéo

Trabaje en el fildéo de Rollings (rolas) y lanzamientos a las bases. Gradualmente hasta llegar a posiciones mas incomodas de lanzamiento.

PREVENCIÓN:

Calentamiento apropiado.

Evite el sobre-uso. Recuerde el tiempo que los niños pasan jugando y practicando en sus casas además del tiempo que pasan con usted en los entrenamientos.

Desarrolle ejercicios adecuados para cada grupo de edad. Enfatice control y precisión en los más jóvenes, sólo después introduzca lanzamientos de curvas.

Junto con las temperaturas cálidas y largas horas de luz del día durante el verano, llega el impulso irresistible de salir a jugar. Tal vez esa es la causa de que entre 30 a 40 millones de personas en los Estados Unidos participen en ligas organizadas de softball.

"Sin contacto" no significa "sin lesiones"

Si bien jugar softball es una muy buena forma de respirar aire fresco, pasar tiempo con los amigos e impresionar a sus compañeros de trabajo con su destreza atlética, no está libre de lesiones como creen muchos participantes de deportes sin contacto. De hecho, en los Estados Unidos las lesiones de softball provocan más visitas a la sala de emergencias que las lesiones por cualquier otro deporte.

Esto no es sorprendente, dado que muchos jugadores de verano de softball no hacen mucho entrenamiento previo a la temporada. "Los jugadores profesionales de béisbol pasan seis semanas entrenando en clima cálido para prepararse para el inicio de la temporada," dice Stephen Rice, MD, codirector del New Jersey Medicine Center. "Muchos adultos salen una o dos veces antes de que la temporada comience y esperan estar listos para jugar."

Las lesiones de softball pueden incluir:

· Abrasiones

· Contusiones

· Esguinces de tobillo

· Torcedura de tendones y de los músculos de los cuádriceps

· Torcedura del tendón de Aquiles y músculos del gastrocnemio

· Lesiones de los dedos

· Lesiones de hombro y brazo

· Lesiones en la cabeza por colisiones entre jugadores o por ser golpeado con la pelota en la cabeza

Afortunadamente, muchas de estas lesiones pueden prevenirse.

Preparación previa a la temporada

Tome en cuenta las ventajas y empiece a prevenir las lesiones antes de que inicie la temporada.

Estiramiento


Lo más importante en lo que deben trabajar los jugadores de softball es en el estiramiento. El softball supone muchos movimientos de iniciar-detenerse así como movimientos muy rápidos. Una buena flexibilidad lo mantendrá seguro contra las torceduras y el dolor. El Dr. Rice recomienda seguir un programa de estiramiento extenso durante todo el año, poniendo mucha atención en las pantorrillas, tendones, cuádriceps, músculos del torso, hombros y brazos.

Fortalecimiento


Previo a la temporada, también puede enfocarse en desarrollar fuerza muscular tanto en la parte superior como inferior del cuerpo. Enfóquese principalmente a los hombros porque "muchos adultos tienen debilidad en los músculos más pequeños del hombro y no lo notan," agrega el Dr. Rice. Cuando se hace un lanzamiento, puede provocar una lesión en el hombro, codo y muñeca. El Dr. Rice recomienda tratar de presionar el brazo contra un muro, para fortalecer los músculos del hombro.

Entrenamiento cardiovascular


También debe hacer algo de bicicleta,
trote o natación o algún otro ejercicio aeróbico para desarrollar un nivel base de acondicionamiento físico aeróbico. El Dr. Rice dice que usted debe practicar esprint. El softball tiene mucho que ver con el estar inmóvil, pero cuando llega una pelota fuera del campo o usted trata de robar la base, usted necesitará rápidos estallidos de velocidad.

Si hace un poco de ejercicio previo a la temporada, podría hacer su temporada de softball más sencilla y menos propensa a lesiones. No olvide calentar antes de cada práctica y cada juego.

Calentamiento

Cheryl Reed, ATC, recomienda la siguiente rutina de calentamiento:


Empiece con un calentamiento cardiovascular ligero para aumentar su frecuencia cardíaca y calentar sus músculos. Intente dar unas vueltas alrededor de las bases.

Estire sus músculos


Haga varios minutos de estiramiento total del cuerpo, enfocándose especialmente en los hombros y tendones. Repita los estiramientos de tres a cinco veces y mantenga cada estiramiento durante un conteo de 20. (Debe hacer estiramientos como éste de cuatro a cinco veces por semana para mantener su flexibilidad.)

Calentando su brazo


Caliente su movimiento de lanzamiento, primero sin la pelota, después con la pelota. Lance suavemente durante cinco o más minutos, incrementando gradualmente la velocidad y la distancia.

Practique su swing
Simule el movimiento de bateo, primero sin el bate, luego con el bate. Empiece con un movimiento lento y deliberado e incremente gradualmente la velocidad y fuerza del swing.

Permanezca relajado
Recuerde que estará inmóvil durante mucho tiempo durante el juego, así que trate de trotar en su lugar y guarde el estiramiento para mantenerse calentado mientras no esté en movimiento.

Técnica apropiada

Muchas lesiones de softball suceden al momento del lanzamiento o al correr. La técnica apropiada puede salvarlo de muchas de éstas. Entrene con un entrenador o un jugador experimentado para asegurar que su técnica sea la correcta.

"Muchos jugadores creen que marcar el deslizamiento primero con la cabeza, lo hace más rápido, pero eso los pone en riesgo de muchas lesiones," dice el Dr. Rice, un jugador actual de softball siempre se desliza iniciando con los pies. Hacerlo correctamente puede llevarlo más rápido a la base y ayudarlo a evitar lesiones, así que busque a alguien que le ayude en su deslizamiento.

Lo mismo sucede con el lanzamiento: Necesita hacerlo correctamente. Debe usar todo su cuerpo durante un lanzamiento, desde sus piernas, pasando por su torso, hasta su hombro y bajando a su brazo. Una técnica incorrecta puede provocar mucho dolor. Y nunca lance muy fuerte, ni muy rápido. Empiece lanzando a distancias cortas, suavemente.

Hay muchos pasos sencillos que puede seguir para hacer más seguro un juego de softball. El Dr. Rice cita los siguientes ejemplos:

Tener un buen guante
Usted no quiere un guante que sea muy viejo o tan pequeño que no se sujeta o la pelota se sale de él.

No bloquear la base
Evitará colisiones con corredores si les proporciona un camino limpio hacia la bolsa.

Usar bases de escapada
Si está supervisando el campo, asegúrese de usar bolsas que se también deslicen cuando un corredor también se deslice sobre ella. Puede hacer el campo menos ordenado, pero pueden salvar de muchos esguinces o fractura de tobillos.

Usar rodilleras y pantalones para deslizarse
Evitará muchas cortadas, abrasiones y moretones.

Usar abrazadera para el tobillo
Si tiene antecedentes de esguinces en el tobillo y está jugando en un campo que no está en muy buenas condiciones, necesitará soporte extra.

Use goggles protectores sobre sus lentes
No quiere que sus lentes se rompan en sus ojos.

Permanezca alerta
Sepa dónde está la bola y haga un esfuerzo para no dejarla que golpee su cabeza.

Trate sus lesiones
Si sufre una lesión de softball, cuide de ella. Respete un dolor en el brazo y descanse si no está lesionado seriamente. Si sufre una contusión, coloque hielo sobre la lesión y aplique compresión para evitar la inflamación excesiva. Y si está lesionado seriamente, no trate de saltar las estadísticas. Vaya a la sala de emergencias.

Lesiones en la columna vertebral
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Si un deportista de alto rendimiento sólo tuviera una piel que contuviera los diversos órganos del cuerpo, él sería como una gran pelota llena de aire. Cuando quisiera hacer algún tipo de ejercicio, sólo rodaría. En vez de eso, el cuerpo está constituido por una máquina perfecta, que encierra los órganos vitales, los protege y sostiene y está preparada para practicar ejercicios de exigencia como: correr, saltar, nadar y hacer los ejercicios que permiten a la persona desarrollarse.

Esta máquina está formada por los huesos y los músculos. Unos trabajan a un tiempo para ejecutar las órdenes que reciben del cerebro. Los huesos se mantienen unidos gracias a fuertes tiras de tejido conjuntivo llamado ligamentos, palabra que simplemente significa algo que une las cosas. Pero los huesos no pueden moverse por sí mismos. Son los músculos adheridos a los huesos los que ejecutan el movimiento.

Esos músculos están formados por células especiales que tienen la propiedad de contraerse. Los huesos del hombre están dispuestos en forma algo distinta de los de cualquier otro animal. Con el esqueleto del hombre sucedieron algunas cosas que le permitieron mantenerse erecto. Su columna vertebral, en vez de seguir siendo recta y rígida, se curvó hacia adentro y hacia afuera y los fragmentos óseos independientes llamados vértebras, que encajan el uno en el otro permitieron que la columna vertebral sea móvil en todos los puntos.

Pero, la columna es frágil y lo es aún más cuando una persona práctica algún tipo de deporte que exija un alto rendimiento. Existen muchos deportes en los cuales se pueden ver implicados las lesiones de columna vertebral, pero a ésta no la podemos dejar sola ya que también existe un complejo óseo y un complejo muscular que también están expuestos a sufrir daños que en algunos casos pueden curarse y en otros son irreversibles.

Para el Doctor Enrique Álvarez, Deportólogo del Centro de Alto Rendimiento de la capital colombiana, todas las lesiones de columna vertebral hay que mirarlas en su conjunto: la parte ósea, la parte muscular, la parte de ligamentos y la parte de fases. Cualquiera de estas estructuras, añade Álvarez, puede llegar a maltratarse o a sobrecargarse por la simple razón de emplear malas técnicas de entrenamiento que desencadenan una sobrecarga en la columna del deportista.

Las lesiones de columna son muy frecuentes en los deportistas que practican:

  • Levantamiento de pesas
  • Patinaje Artístico
  • Gimnasia
  • Judo
  • Lucha Libre
  • Natación
  • Equitación
  • Deportes Extremos

Básicamente, estos son los deportes de alto rendimiento que presentan un índice alto de lesiones al nivel de columna en México y en algunas partes de América Latina, ya que en cada entrenamiento la persona está expuesta a hacer muchas extensiones forzadas de la columna.

Tipo de Lesiones

Las sobrecargas en los entrenamientos, el hacer ejercicios que nunca ha realizado sin un programa progresivo permitirá incrementar esta clase de lesiones. Según el Doctor Álvarez, los daños más frecuentes que se presentan son los espasmos lumbares y los espasmos dorsolumbares que son contracturas en los músculos y en la columna.

Otros son las apoglicitis que son lesiones de las mismas vértebras, para este caso las cifras no son alentadoras, pues el 21 por ciento de los deportistas tienen –según Alvarez- tendencia a padecer de este mal, debido a la falta de programas básicos de entrenamiento. Otra lesión es la hernia discal, frecuente en los levantadores de pesas. Este mal se presenta en el momento en el que el disco de carácter fibroso que se encuentra entre vértebra y vértebra se corre produciendo la salida de su sitio, empujando, pegando o presionando algunos de los nervios que producen un tipo de radiculopatías.

Esta clase de hernias se presenta en forma de inflamación en el área afectada (vértebra lesionada). En muchos casos, se puede hacer desaparecer esta clase de lesión si la persona permanece por algunos días en reposo. También se puede reducir la inflamación con medicamentos o –si es más grave- requerirá de una intervención quirúrgica.

Otra lesión de importancia es la espondiolistesis, enfermedad que se presenta cuando las vértebras se fracturan en sus anclajes permitiendo que se corran hacia atrás o hacia adelante. Una lesión que se presenta frecuentemente al término de la columna vertebral es la sacroileitis, que es cuando el sacro se articula con la cadera de la persona presentando dolores de mucha intensidad.

El Doctor Álvarez señala que la sobrecarga en el entrenamiento, los gestos repetitivos de hiperextensión en la columna y los giros bruscos de la misma son la causa más frecuente de lesiones a nivel ósea en esta parte del cuerpo. En el caso de las pesas, la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas dictó un seminario a las distintas federaciones de Latinoamérica en esta disciplina en el año de 1997 donde se recalcó que "el levantamiento de las mismas sin la técnica adecuada, la ausencia de calentamiento antes de realizar la actividad física y el no estiramiento son las causas principales para que se presente cualquier tipo de problemas".

Tratamientos

En la actualidad existen muchos métodos de tratamiento para solucionar los problemas de columna entre ellos tenemos: los medios físicos, aquellos mecanismos que a través del calor y el frío logran minimizar las dolencias del deportista. Los paquetes calientes o fríos se utilizan a lo largo de la columna vertebral o al lado de la musculatura que queda al lado de la columna.

Existen otros métodos que se utilizan, gracias al avance tecnológico que permiten contrarrestar la lesión. Entre ellos se destaca el ultrasonido, que permite (por medio de corriente) hacer masajes deportivos y estiramientos que logren acomodar las vértebras sin necesidad de emplear técnicas quirúrgicas. Cuando el daño es bastante grande, los médicos recurren al quirófano.

A veces, la completa recuperación de una lesión vertebral puede tardar varias semanas, aunque desde un primer momento se hayan aplicado los auxilios recomendados. Si no consigue recuperarse y el dolor o la hinchazón persisten es muy probable que necesite de tratamientos especiales de fisioterapia o inyecciones de corticoesteroides para reducir la lesión.

Según revistas especializadas en el campo, existe una amplia gama de tratamientos fisioterapéuticos para aliviar el dolor y curar los tejidos dañados o inflamados. En muchos casos no basta sólo con el descanso. El fisioterapeuta, con ayuda de una serie de ejercicios y tratamientos especiales, como la termoterapia o los tratamientos con rayos láser que pueden acelerar el proceso de recuperación.

ESGUINCE CERVICAL

El Esguince Cervical es una lesión típica de traumatismos directos por detrás del cuello. Estos golpes pueden crear una pequeña elongación muscular y con ello verse dañado algún ligamento del cuello. Por ello ante la sospecha de cualquier tipo de golpe malo en el cuello se aconseja inmovilizar de inmediato antes de realizar cualquier tipo de diagnóstico por un profesional. También para paliar el dolor se puede dar calor local en la zona.

SINTOMATOLOGÍA

Cuando se ha recibido un impacto el la zona el dolor suele irradiar hacia ambos hombros en una línea horizontal y a veces baja hasta el antebrazo dependiendo del grado del esguince. Hay casos en los que sólo se nota en una zona del cuello y el dolor llega hasta la base del Cráneo del mismo lado y baja hasta la altura de la paletilla. Como siempre se asocia procesos inflamatorios en estos casos se recomienda inmovilización del mismo para minimizar los síntomas.

TRATAMIENTO

Después de la inmovilización se aconseja después de dos semanas quitarse el collarín de la zona afectada y ponerse 3 veces al día calor local junto a unas tracciones de cuello y estiramientos laterales de cabeza junto a flexiones de cabeza guiado siempre por un buen terapeuta.

2. BLOQUEO CERVICAL

Esta lesión se produce siempre a causa de un traumatismo craneoencefálico acompañado de otras lesiones asociadas como esguince cervical o hernia cervical.

La lesión surge cuando varias vértebras no giran adecuadamente debido que se ha sufrido un golpe en la cabeza bien por una caída o un golpe fortuito.

Normalmente este tipo de lesiones tienen complicaciones asociadas a dolores de cabeza, naúseas, vértigos, mareos por ello en cuanto se detecta hay que reducirlo lo antes posible para que no haya complicaciones mayores.

SINTOMATOLOGÍA

Se detecta esta lesión porque se tiene la sensación de desorientación, de irse la cabeza o de malestar general en la cabeza como pesadez en los párpados o dolores esporádicos de cabeza. Estos dolores normalmente suelen ramificarse hacia la frente longitudinalmente o localizarse en la base del cráneo a la altura del encéfalo. Como suelen ser éstos desagradables lo mejor en estos casos es cesar la actividad que hasta el momento se estaba realizando y acudir a un terapeuta para tratarse el caso.

TRATAMIENTO

Se recomienda aplicar calor local en la base del cuello con una manta eléctrica para aliviar los dolores a razón de tres veces al día unos 12 minutos y después de la aplicación estirar el cuello lateralmente y flexionar el mismo para soltar parte del bloqueo cervical.

3. HERNIA CERVICAL

Esta lesión se suele producir por un traumatismo directo sobre el cuello bien en una caída, golpe fortuito o esfuerzo intenso en un momento de tensión máxima en la zona que desencadena en un cuadro lesivo importante como es la Hernia Cervical. En muchas ocasiones esta lesión va acompañada de Rectificación Cervical (golpe por atrás en el coche) o bien esguinces cervicales junto a inflamación en la zona lo que generan a menudo vértigos, mareos y dolores de cabeza. A su vez depende como sea la Hernia de grande se pueden establecer varios tipos de clases:

. La Protusión Cervical: Es un desplazamiento del disco intervertebral sobre el ligamento Común posterior sin llegar a salirse el núcleo del mismo pero en muchos casos con fisuras del mismo por donde irradia parte del líquido lubricador del disco con lo que genera parecidos síntomas a la Hernia.

. La Hernia Cervical: En este caso el núcleo del disco intervertebral se sale y el cuadro clínico del dolor se hace evidente ya que para reducir el mismo hay que recolocar el par vértebral responsable del exceso de presión en la zona en el caso de que sea accesible y no haya complicaciones añadidas como fisuras óseas cervicales o bien pinzamientos nerviosos o sanguíneos en la zona.

.La Hernia Cervical con Fractura ósea: En este caso hay que reducir lo primero la fractura con inmovilización del cuello con collarín o férula similar siempre que sea limpia la misma no dañando vasos nerviosos ni sanguíneos en el recorrido de la fractura de no ser así la solución es quirúrgica ya que sino se corre riesgo de sufrir parálisis diversas.

SINTOMATOLOGÍA

Normalmente en cuanto se lesiona una persona con una Hernia Cervical el dolor es muy característico ya que por lo general el dolor hace una línea longitudinal desde la base del cráneo hasta la paletilla y depende de la intensidad de la misma se producen pérdidas de fuerza en algún brazo y parestesias ( zonas del cuerpo que se quedan dormidas porque han perdido su sensibilidad) . Muchas veces hay dolores de cabeza o lesiones viscerales asociadas como pitidos en oídos ( acuífenos) o Vértigos. Sobretodo cuando se tengan estos síntomas no dudéis en mirar vuestro caso porque es una lesión muy delicada.

TRATAMIENTO

Hay que inmovilizar con un collarín inmediatamente la zona y acudir a un profesional a que os diagnostique adecuadamente y evitar así complicaciones mayores. Está terminantemente prohibido aplicar calor local ya que no se sabe la gravedad de la lesión hasta que no se termina de establecer un cuadro clínico certero. De todos modos una vez reducida ésta con una buena Rehabilitación de la zona lesionada en muchos casos se puede recuperar totalmente la movilidad articular, sensibilidad y fuerza de extremidades dañadas por la lesión.

4. ESGUINCE INTERCOSTAL

El Esguince Intercostal se produce por un movimiento brusco de rotación del torso casi todas las veces, asimismo también se puede producir por un golpe directo en la región intercostal. Cuando esto se produce se nota un pinchazo agudo y localizado en la zona lo cual nos hace sospechar la presencia de dicha lesión. Habitualmente se suele acompañar de dificultad de respirar profundamente hinchando la caja torácica hacia la zona lesionada y pinchazo muy agudo a la tos.

SINTOMATOLOGÍA

Esta lesión se aprecia claramente cuando respiramos profundamente o intentamos estirar un costado levantando el brazo notándose en ese momento un pinchazo agudo que te deja sin respiración. Normalmente el pinchazo es localizado siempre y cuando el esguince sea perpendicular a las fibras ligamentosas de las costillas de no ser así si se rompe el ligamento rasgándose paralelamente a éste el dolor se ramifica longitudinalmente en el recorrido del par costillar afectada en la lesión. Aparte de ello puede ocurrir que se aprecie inflamación localizada en la zona pero en estos casos no es lo habitual aunque cuando el esguince es por una contusión directa aparece un hematoma preciso en el punto de impacto con lo que en este último caso si aparece habitualmente proceso inflamatorio.

TRATAMIENTO

Como en casi todas las lesiones ante la sospecha de esta lesión se recomienda reposo, evitar la movilidad del brazo de la zona costillar afectada al igual que evitar la rotación del torso en giros y también poder pasar sin respirar profundamente ni toser, claro está esto último a veces es imprevisible. A la hora de dormir hacerlo sobre el costado sin lesionar adoptando un poco la posición fetal; esto es flexionando la cadera y rodillas para minimizar así la presión en la musculación torácica. De doler mucho acudir a un terapeuta especializado en ello.

5. BLOQUEO DORSAL

Esta lesión es muy común en todas las personas en general ya que los bloqueos vertebrales en la región dorsal se producen habitualmente por el esfuerzo físico de nuestra rutina diaria o por unas sesiones intensas de ejercicio físico. Se detecta casi siempre este problema por un dolor leve e impreciso por regiones diversas de la zona, todo ello nos hace sospechar de la presencia de la lesión.

SINTOMATOLOGÍA

Los únicos síntomas que se pueden apreciar en esta lesión es el dolor muchas veces indefinido en varias regiones de la espalda. Esta Sintomatología esta asociada a que se ven pinzados parcialmente las raíces nerviosas motoras del segmento vertebral correspondiente originando la aparición de esos cuadros de dolor. Una vez se solucionado estos bloqueos los dolores desaparecen casi de inmediato. Siempre se asocian contracturas de defensa para equilibrar la zona dañada con lo que se debería tener en cuenta ello para dejar de cargar de inmediato la zona.

Si se diese el caso de dolores perpendiculares a la Columna Vertebral y alguna deficiencia de la Analítica General respecto a los valores determinados como estables podría deberse a que el bloqueo vertebral pinzase un nervio visceral que impidiese el buen funcionamiento de la misma con lo que se recomienda mirarlo lo antes posible.

TRATAMIENTO

El tratamiento paliativo más efectivo en estos casos es el calor local en la zona dolorida junto a estiramientos de la espalda para intentar reducir el bloqueo articular. Si con todo no se termina de solucionar se recomienda ir al especialista para que se reequilibre la estructural corporal y así solucionar el problema.

6. HERNIA DORSAL

Esta es una lesión típica de esfuerzos intensos en un corto período de tiempo caso por ejemplo de un Culturista. Esta lesión viene determinada casi siempre por un movimiento violento de rotación del Tronco acompañada por flexión del mismo, ello ocasiona casi de inmediato una presión excesiva en el disco intervertebral que une dos vértebras dorsales y ocasiona la protusión del núcleo del mismo hacia fuera irritando el mismo el ligamento vertebral común posterior con el consiguiente dolor. Esta lesión se debe de tratar de un modo adecuado ya que de no ser así en muchas ocasiones se pueden dar problemas añadidos en órganos internos correspondientes al segmento vertebral correspondiente.

SINTOMATOLOGÍA

El dolor de la Hernia Dorsal es muy típico de sospechar ya que se localiza un dolor intenso en la espina posterior de la vértebra y en un segmento vertebral posterior e inferior también. Ello nos hace diferenciar si la lesión es una Hernia o bien una Fractura o Fisura vertebral la cual viene determinada el dolor solamente localizado puntualmente en el sitio. En el caso de la Hernia te duele más cuando la espalda la pones recta por ello tiendes a ir doblado hacia delante; además en la respiración profunda torácica “ves las estrellas”. Cuando se lateraliza el movimiento del tronco hacia ambos lados el dolor se ramifica horizontalmente hacia ambos lados de la espalda. Asimismo duele muchísimo a la tos.

TRATAMIENTO

El Tratamiento más efectivo es la inmovilización total de la zona la máximo posible y acudir lo antes posible a un centro médico para evaluar los daños de la lesión. Una vez evaluados los mismos y siempre y cuando no se acompañe la Hernia de Fisura o Fractura se puede tratar con la Terapia que aplico la misma. Los resultados son inmediatos desde la primera sesión siempre y cuando la Hernia no se haya reproducido anteriormente en algún otro episodio ya que de ser así siempre dependería la evolución de la lesión del grado de degeneración del disco intervertebral.

7. Lumbalgia

La Lumbalgia es una lesión típica de todo tipo de actividades tanto deportivas como cotidianas de la rutina diaria. Se considera Lumbalgia a cualquier tipo de dolor en la región lumbar. Normalmente son dolores en ambos lados de la zona baja de la espalda originarios casi siempre por una tensión excesiva de la musculación de la zona. Su génesis suele ser muy diverso pero principalmente se debe a malos hábitos posturales durante largas estancias de tiempo o sobrecarga de la zona por cualquier tipo de ejercicio no adecuado.

SINTOMATOLOGÍA

El dolor se refleja en ambos lados de la región lumbar pudiéndose notar a la palpación cierta rigidez muscular. Normalmente irradia el dolor horizontalmente en una franja muscular de la región doliendo en exceso cuando se flexiona el tronco y además a la lateralización de su movilidad articular. Todos estos síntomas nos hace sospechar de la presencia de la lesión.

TRATAMIENTO

Lo más eficaz para paliar esta lesión es el calor local seco aplicado en la zona dolorida a razón de 3 veces al día durante 10 minutos. Después de su aplicación se puede estirar la musculación con estiramientos lumbares. Normalmente en dos días de aplicación del calor junto a los estiramientos debería de aliviarse pero de no ser así acudir a un centro médico para evaluar más profundamente la lesión o a donde un terapeuta para paliar la lesión.

8. Hernia Lumbar

La Hernia Lumbar es una lesión muy típica en la vida cotidiana como en la faceta deportiva. Su génesis se debe en gran parte a un sobreesfuerzo en flexión lumbar hecho en un fascículo corto de tiempo siendo éste muy intenso. La lesión se produce porque en esa posición y debido a la excesiva curvatura lumbar en la 4ª y 5ª vértebra lumbar el disco intervertebral que unen dos vértebras bascula hacia atrás y el peso que se ha cogido provoca aumentar la presión del mismo haciendo que el núcleo del mismo se escape irritando el ligamento vertebral posterior; ello provoca un fuerte dolor hasta tal punto que “te deja doblado literalmente”.

Normalmente la Hernia Lumbar se produce entre dos cuerpos vertebrales siendo las más típicas entre la 4ª y 5ª vértebra lumbar y entre la 5ª lumbar y el sacro. Son lesiones muy complejas debido a lo delicado que es volver a cicatrizar el disco intervertebral dañado, pero en cualquier caso si no ha habido muchos episodios de la hernia puede llegar a solucionarse por completo para ello el disco no tiene que estar muy deteriorado.

SINTOMATOLOGÍA

El dolor que manifiesta esta lesión es muy agudo en la zona de lesión así como en los segmentos vertebrales superiores e inferiores a la hernia. Pero lo más característico de la hernia es la irradiación del dolor hacia la zona posterior de la pierna pudiendo terminar el mismo en la corva de la rodilla, en la zona lateral externa de la pierna a la altura de la rodilla o bien hasta el tobillo. Esta localización del dolor nos determina el segmento vertebral dañado. Las personas que padecen esta lesión con la misma se encorvan hacia delante para aliviar dentro de lo posible el dolor en la zona vertebral y el “latigazo” que baja por la pierna al movimiento del tronco.

TRATAMIENTO

Lo primero que hay que hacer en estos casos es ir a un centro médico para evaluar los daños de la lesión y con el diagnóstico determinado cabe la posibilidad de seguir el tratamiento médico o bien en el caso que no sea muy antigua la hernia lumbar y de que el disco no esté muy deteriorado se podría tratar con esta terapia ya que se dan resultados bastante satisfactorios. De todos modos se recomienda durante el tratamiento reposo absoluto y calor local seco para aliviar el dolor durante 7 días a razón de 3 veces al día 10 minutos. Los resultados se manifiestan en pocas sesiones.

10. Ciática

La Ciática es una de las Lesiones Deportivas más típicas dentro del mundo del deporte así como también a nivel cotidiano. Esta lesión tiene diferentes génesis ya que síntoma de Ciática se pueden producir por 3 factores:

. 1. A nivel Articular: Un bloqueo articular a condicionado un pinzamiento en una de las raíces nerviosas del nervio ciático y ello hace que aparezcan sus síntomas.

. 2. A nivel Ligamentoso: Un esguince a diferentes niveles puede condicionar la misma sintomatología de ciática ya que al producirse el mismo se produce una inflamación perimétrica a la lesión produciendo presión en los tejidos que bordean el mismo y por efecto compresivo se dan cuadros de ciática.

. 3 A nivel muscular: Una rotura de fibras localizada en la zona de la ciática a nivel lumbar o sacro hace aparecer también síntomas de ciática.

De todos modos el factor más habitual para la presencia de la lesión es el primero aunque en ocasiones aparece unidos a otros factores.

SINTOMATOLOGÍA

El síntoma más común para la sospecha de la lesión es un dolor que irradia desde la zona lumbar hasta la pierna. Normalmente el dolor se manifiesta de tres maneras:

. 1. Irradiando la zona posterior del glúteo y la pierna sin llegar a la rodilla.

. 2. Irradiando en la parte lateral de la pierna hasta la altura de la rodilla.

. 3. Irradiando en toda la parte posterior de la pierna llegando hasta el tobillo.

Cualquiera que sean las formas de manifestarse el dolor de la ciática se hace más intenso a primeras horas de las mañanas y habitualmente impide el mismo conciliar bien el sueño por ello la posición más habitual para que se libere un poco la tensión del nervio es la posición “fetal” ( con cadera y rodillas flexionadas).

TRATAMIENTO

Una vez descartada posibles lesiones de fracturas o fisuras vertebrales asimismo como hernias lumbares se recomienda reposo absoluto durante varios días adoptando la posición fetal tumbado en la cama de costado sobre el lado no dolorido. Pasados 3 días de la lesión aplicar calor local en la región lumbar o sacra dependiendo del punto de dolor de la región lumbar, el cual es el responsable del pinzamiento del nervio ciático.

Cuando se haya pasado la fase aguda del dolor se recomienda tratarse con un terapeuta para reducir el bloqueo originario de la lumbalgia; así mismo se puede tratar la lesión desde el primer momento sin necesidad de guardar varios días de reposo en la cama siempre y cuando no se hayan encontrado complicaciones añadidas de otras lesiones como hernias, fracturas o fisuras vertebrales.

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